Mastopexia – Elevación mamaria

lactancia después de operación de pecho

¿Se puede dar el pecho tras una Cirugía Mamaria?

¿Se puede dar el pecho tras una Cirugía Mamaria? 784 523 admin

Las dudas iniciales de quiénes quieren someterse a un aumento o reducción de pecho son muy diversas. Pero hay una muy específica ¿se puede dar el pecho tras una Cirugía Mamaria? La preocupación suele ser doble. La primera es si afectará a su capacidad de amamantar. La segunda, es cómo afectará la lactancia después de la operación desde el punto de vista estético. Tales son las cuestiones habituales que nos plantean quienes buscan estos servicios de cirugía estética en Asturias y acuden a nuestra clínica. Y  recordamos ahora algunas de las respuestas que ya ofrecimos en entradas anteriores.

Los órganos que intervienen en la lactancia

La primera cuestión que hay que establecer es cuáles son los órganos de la mama que intervienen en la lactancia. Y si estos pueden verse afectados por una cirugía mamaria, ya sea de aumento o de reducción de pecho.

La producción de leche en las glándulas mamarias tiene lugar en los llamados lóbulos mamarios. Su cantidad es variable. Y también su capacidad de segregar leche. Depende de la conformación de la glándula mamaria en cada mujer.  Y de los llamados conductos galactóforos que sirven de conexión entre los lóbulos y el pezón y llevan hasta él la leche. Allí, son las terminaciones nerviosas las que responderán al estímulo del lactante y producirán la secreción. Es el conocido reflejo de succión innato en los recién nacidos..

El aumento de pecho y  la lactancia

Sí se puede, por lo general, dar el pecho tras una cirugía mamaria de este tipo. Y es que, en principio, una operación de aumento de pecho no tiene por qué afectar a la capacidad de segregar leche de una mujer durante la lactancia materna.

La capacidad de dar el pecho con implantes mamarios

lactancia tras aumento de pecho en AsturiasLa situación de los implantes mamarios, alejados de la glándula mamaria, impide que la estructura de éstas se vea afectada. Colocados bien bajo la propia glándula o bien bajo el pectoral mayor, no tienen por qué afectar a las funciones de secreción de leche. Ni se produce interferencia alguna con los conductos mamarios que transportan la leche desde los lóbulos al pezón.

Las estadísticas nos hablan de un 93 % de pacientes con implantes mamarios que no tienen dificultades en establecer la lactancia exclusiva o mixta en los 30 días posteriores al parto.

Es cierto que existe una diferencia mínima en el éxito de la lactancia respecto a las mujeres que no llevan implantes.  Y suele atribuirse a dos razones.

En ocasiones la explicación se encuentra en los mismos motivos de someterse a una cirugía estética de aumento de pecho. Es decir, en el menor tamaño de la mama, y por ende, de una glándula mamaria menos desarrollada. O más pequeña de lo habitual. Lo que de por sí ya dificultaría la secreción de leche, y las posibilidades de mantener una lactancia exitosa.

Otras veces, nos encontramos con la reticencia de la madre lactante, o su prevención ante una posible afectación estética de la mama. Y esto suele ser la causa de decidir no prolongar la lactancia.

Tampoco se ve afectada, según varios estudios científicos, la calidad o composición de la leche de las madres lactantes con implantes. Pues son iguales respecto a aquellas que no se han sometido a este tipo de cirugía.

Podemos concluir, así pues, que prácticamente la totalidad de pacientes que se han sometido a intervenciones de cirugía estética en Asturias, pueden dar el pecho, si así lo desean.

Los cambios de la mama durante la lactancia

La lactancia implica un aumento del tamaño de los pechos. Es algo natural. Y la preocupación de muchas mujeres que se han sometido a un aumento de pecho también. Se preguntan si esta alteración natural puede afectar de forma negativa a los implantes mamarios. Y podemos decir que no existe evidencia científica de que los cambios producidos en la mama durante la lactancia sean mayores por llevar implantes. Ni de que estos se vean afectados en forma alguna por esos cambios.

En cualquier caso, es práctica habitual en nuestros centros de cirugía estética en Asturias, informar de todas estas cuestiones en profunidadad a nuestras pacientes con carácter previo a cualquier cirugía mamaria.

Por deontología y exigencia de una buena praxis profesional ha de realizarse siempre una evaluación previa de la intervención. Y una planificación rigurosa de la misma. Incluyendo el tipo de incisión que se practicará, el volumen del implante y su ubicación. Y, por supuesto, informar a todas aquellas mujeres que llegan a nuestra consulta, sobre todas las variables que pueden influir en su lactancia materna en caso de someterse a una operación de aumento de pecho.

La lactancia tras una reducción de pecho

En el lado opuesto, nos encontraríamos los supuestos de reducción de pecho. Estos caso de cirugía mamaria se llevan a cabo mediante múltiples técnicas. La finalidad de preservar las propiedades de la glándula mamaria está presente en la mayoría de ellas, de forma que no alteren la capacidad para dar desarrollar una lactancia exitosa tras la intervención.

Como decimos, las técnicas varían, en función de la edad, la conformación del tejido mamario o el resultado estético deseado. O bien de otras consideraciones. Lo más habitual, sin embargo, es que estas técnicas permitan conservar parcialmente el tejido mamario, con los conductos galactóforos de los que hablábamos al principio, unidos a la areola. Y gracias a esto, este tipo de cirugías de reducción mamaria no suelen producir afectación alguna a la hora de dar el pecho. Si bien, puntualmente sí puede llegar a darse  una disminución en la capacidad de amamantar, en caso de verse afectada la función de esos conductos galactóforos.

Por eso  es muy importante la información previa a cualquier intervención quirúrgica de reducción de pecho. Los profesionales de la cirugía estética debemos asesorar convenientemente en cada caso e informar de la posibilidad de complicaciones en la lactancia, en función del tipo de intervención a realizar.

Si tienes cualquier duda y estás planteándote una operación de aumento de pecho o para su reducción, llámanos al tfno. 985 220 224. O contacta con nosotros. Pondremos a tu disposición toda nuestra experiencia en cirugía estética en el Principado de Asturias.

Decidir entre cirugía estética o tratamiento sin cirugía

Decidir entre cirugía estética o tratamiento sin cirugía

Decidir entre cirugía estética o tratamiento sin cirugía 800 500 admin

Si usted pudiera obtener los resultados de una Cirugía Estética, sin necesidad de pasar por el quirófano, sino realizando un tratamiento estético no invasivo, ¿qué alternativa elegiría?

Lógicamente, cualquier persona elegiría la opción menos invasiva. Esto nos lleva a plantearnos hasta qué punto podemos hoy en día conseguir con la medicina estética, los mismos resultados que con la Cirugía Estética.

Medicina estética VS. cirugía estética

Aunque la Cirugía Estética ha avanzado en los últimos años, todavía son muchos los que prefieren no pasar por el quirófano para hacerse algún retoque estético.

España es el segundo país del mundo donde más tratamientos estéticos se practican. Una tendencia que está creciendo de manera exponencial.

El éxito de estos tratamientos reside en que brindan “soluciones” rápidas contra el envejecimiento cutáneo, minimizando el riesgo y con periodos de recuperación mínimos o nulos para el paciente. Sin embargo, tienen sus limitaciones y conviene conocerlas.

Tratamientos estéticos no invasivos

Actualmente, los tres procedimientos médico-estéticos no invasivos más populares son la toxina botulínica de tipo A, más conocida como Bótox, los rellenos dérmicos y los peelings químicos.

El Bótox bloquea la contracción muscular, atenuando o previniendo la formación de las arrugas asociadas a determinados movimientos faciales. Su acción, por tanto, no es la de rellenar la arruga, sino mejorarla o prevenir que ésta se forme. Su uso puede estar indicado cada 4 ó 5 meses, y una vez que sus efectos pasan, la zona en la que se ha infiltrado recupera su estado previo. Su gran efectividad para reducir las arrugas de expresión en la frente ha permitido disminuir la indicación de otras cirugías (el llamado lifting frontal o coronal) que tienen como finalidad tratar este tipo de arrugas. Es este el único caso en el que, para la mayor parte de cirujanos, un tratamiento no quirúrgico ha ido desplazando a otro que sí lo es; a pesar de la menor duración de los efectos del bótox, su uso se puede repetir indefinidamente.

Cirugía estética o tratamiento sin cirugía

Los rellenos dérmicos, como el ácido hialurónico, consiguen suavizar pliegues cutáneos y arrugas, además de dar volumen a determinadas zonas faciales. Los efectos suelen ser apreciables de 12 a 18 meses tras su aplicación.

Los peelings químicos o resurfacing facial con láser permiten “barrer” la superficie de la piel, ayudando a mejorar las marcas de acné, cicatrices, arrugas finas y algunos tipos de manchas cutáneas.

Lo que tienen en común estos tratamientos, que hoy día suponen el 60 por ciento de la demanda, es que permiten mejorar los primeros signos de envejecimiento y en ocasiones retrasar la necesidad de una cirugía.

No te dejes engañar

Desafortunadamente, se comparan este tipo de procedimientos no invasivos para el rejuvenecimiento facial con una intervención de lifting de cara y cuello. En este sentido, cada vez es mayor la publicidad engañosa que quiere hacer creer que un lifting, pueden sustituirse por un tratamiento estético, cuando los resultados de una cirugía bien realizada son claramente superiores, no siendo comparables ni en su calidad (salvo la mencionada excepción del bótox) ni en su duración.

Estos procedimientos, con o sin cirugía, pueden ser empleados de forma complementaria, ayudando a que los resultados de una cirugía se perfeccionen o  prolonguen en el tiempo, pero en ningún caso pueden ser –al menos por el momento- sustitutivos. Consulte con profesionales que conozcan y realicen de forma habitual tratamientos quirúrgicos y no quirúrgicos de forma que le asesoren de forma apropiada.

Póngase en buenas manos. Solicite su cita en nuestra clínica de medicina estética en Oviedo. Estaremos encantados de atenderle.
Recuperación después del embarazo

Recuperación después del embarazo

Recuperación después del embarazo 1000 665 admin

Durante el embarazo las mujeres ven modificado el contorno corporal como consecuencia natural de los cambios asociados al período gestacional. Las variaciones en la forma del pecho, en la disposición de los huesos de la pelvis o en la musculatura abdominal son algunos de los elementos más característicos de esta etapa; además, tras el parto, el 80% de las mujeres presentan sobrepeso. Muchos de estos cambios se van atenuando en mayor o menor medida a lo largo de los primeros meses tras el alumbramiento. La recuperación después del embarazo es algo que muchas mujeres desean.

La capacidad de recuperación varía de forma significativa entre mujeres: la constitución física, el tipo de piel y los hábitos tanto nutricionales como de ejercicio, determinan la rapidez y el grado de dicha recuperación. Con frecuencia los cambios producidos durante el embarazo no llegan a resolverse de forma definitiva y pueden ser origen de disconformidad con la imagen corporal y de malestar psicológico. En estos casos puede estar indicada una intervención de Cirugía Estética.

Recuperación post parto ¿por dónde empiezo?

Con la gestación y la lactancia la glándula mamaria aumenta su tamaño y cambia de textura por el predominio del tejido glandular sobre el graso; además se aprecian modificaciones en la coloración de la piel y la areola debido a los cambios hormonales. La evolución de la forma y el volumen del pecho tras una gestación varían según los casos. Con frecuencia se aprecia un descenso en la posición de la areola, o ptosis, por la distensión de la piel. Puede existir, asociada o no a esta apariencia caída del pecho, una disminución en el volumen del mismo, generalmente más apreciable en el polo superior.

La intervención que permite elevar la posición de la areola se denomina mastopexia. Si el volumen de la mama es considerado suficiente, esta cirugía busca únicamente eliminar el exceso de piel sobrante. Si la mama presenta además una apariencia vacía, puede combinarse con un aumento mamario, de manera que las prótesis restituyan el volumen y la forma anteriores al embarazo. Por último, en aquellos casos en los que únicamente se aprecia una disminución de volumen, la colocación de implantes mamarios es el procedimiento indicado. En general para someterse a cualquier intervención mamaria tras un embarazo se aconseja esperar entre tres a seis meses tras el parto. Igualmente, de tres a seis meses tras finalizar la lactancia.


Otra de las alteraciones más frecuentes como consecuencia del embarazo es la flacidez abdominal. El aumento de presión intraabdominal produce la distensión tanto de la piel como de la musculatura a este nivel. La presencia de pequeñas hernias es relativamente frecuente tras la gestación, especialmente en el caso de embarazos gemelares.

Falicidez abdominal

La intervención que permite tratar la flacidez abdominal se denomina abdominoplastia. Este procedimiento permite eliminar el exceso de piel y recuperar la tensión cutánea; además si está indicado, se aproximan los bordes musculares hacia la línea media lo que mejora el contorno abdominal de forma significativa. En ocasiones los cambios asociados al embarazo son menos aparentes y el exceso de piel se localiza únicamente entre el ombligo y el pubis: en estos casos puede estar indicada una miniabdominoplastia.

Aumento de los tejidos grasos

Los cambios hormonales durante el embarazo, así como las modificaciones en los hábitos nutricionales, con frecuencia debidos a un incremento en las necesidades energéticas de la mujer, hacen que tras la gestación se observen cambios en el contorno corporal por la aparición o aumento de los depósitos de tejido graso subcutáneo. Estos acúmulos pueden desparecer con el paso de las semanas pero en ocasiones resultan difíciles de eliminar. Si a pesar de mantener unos hábitos saludables existen depósitos grasos localizados que son objeto de malestar para la mujer, el cirujano puede indicar la realización de una liposucción.

El procedimiento se realiza en una sola sesión y el resultado de esta cirugía es inmediato y muy gratificante para las pacientes. Sin embargo el cirujano debe de explicarle qué resultado es el que puede esperar según la zona a tratar y el volumen existente. Debe de tener en cuenta las aspiraciones de la paciente, desaconsejando la cirugía si considera que el resultado no va a cumplir sus expectativas.

La aparición de estrías es otro de los problemas estéticos más citados por mujeres que han sido madres recientemente. No existe actualmente ningún tratamiento que permita eliminar las estrías por lo que el abordaje de esta alteración, asociada a un adelgazamiento del espesor cutáneo, se centra en la prevención de su aparición mediante determinados productos que se pueden aplicar durante el embarazo.

El tiempo y el grado de recuperación de la figura estarán determinados en gran medida por factores como la genética o el estilo de vida. En Clínica Fernández lo sabemos muy bien. Sin embargo, cada vez es más frecuente que mujeres que han sido madres recurran a especialistas en Cirugía Estética en Asturias para que les ayuden a recuperar la figura previa al embarazo e incrementar así de forma significativa su autoestima.

Cómo elegir la talla del sujetador

Cómo elegir la talla del sujetador

Cómo elegir la talla del sujetador 1000 668 admin

La mama tiene escasos mecanismos de sujeción (carece de músculo u otro tejidos firmes). La forma y posición de la misma se mantiene en gran medida por el efecto envolvente de la piel, así como de unos ligamentos, denominados ligamentos de Cooper, que unen la glándula mamaria a la pared torácica. La finalidad del sujetador es sostener y proteger la mama. Cómo elegir la talla del sujetador, es una tarea que muchas mujeres realizan sin tener en cuenta que optar por un tamaño inadecuado puede no sólo afectar al aspecto estético de la mama, sino que puede acarrear diferentes problemas de salud.

Hace algunos años se llegó a especular con una posible relación entre el uso del sujetador y el cáncer de mama al considerarse que la presión de esta prenda sobre los senos podía dificultar el drenaje linfático. Sin embargo, ha quedado demostrado que esta afirmación no tenía ninguna justificación fisiopatológica. Un estudio publicado en Cancer Epidemiology, Biomarkets y Prevention realizado sobre más de 1500 mujeres descartó cualquier relación entre este tipo de cáncer y el uso del sostén.

La importancia de elegir bien el sujetador

Una investigación realizada por la empresa fabricante de sujetadores Triumph, concluyó que un 76% de las mujeres lleva una talla de sostén equivocada. La mayoría de las encuestadas nunca se había medido para conocer su talla. Un porcentaje minoritario incluso reconoció comprar una talla errónea de manera consciente para aumentar o reducir el tamaño de su busto.
En otro trabajo de la Universidad de Portsmouth se afirma que la mala elección de un sujetador puede afectar de diversas maneras a las mamas. Su investigación, que incluía a 100 mujeres, concluyó que el 95% de las participantes podrían tener problemas de salud derivados del uso de un sujetador de una talla que no era la suya.

El periódico británico Daily Mail consultó con varios expertos las consecuencias de elegir mal la talla de sostén. Según éstos, el uso habitual de un sujetador menor o mayor de lo debido puede producir dolor de cabeza, espalda, cuello e incluso pinchazos en los brazos debido a la opresión de nervios y músculos. También puede provocar irritaciones en la piel o problemas circulatorios, además de acelerar la flacidez de los tejidos. En el caso de mujeres con un busto más desarrollado, con copa de tamaño C o superior, las consecuencias de llevar un sujetador pequeño pueden traducirse incluso en problemas respiratorios. Si por el contrario se tratase de un sostén demasiado grande pueden existir alteraciones posturales, ya que la mujer tenderá a sentarse de manera incorrecta para aliviar la falta de sujeción de la prenda.

Claves para elegir un buen sujetador

Según diferentes empresas especializadas en la fabricación de sostenes hay varias claves para elegir un sujetador aparte de las medidas de contorno y copa. El ancho del tirante debe ser el adecuado para evitar que dañe la piel, por lo que se desaconseja el uso de tirantes finos en mujeres con mucho pecho. Además, éstos deben ser ajustables para adaptarse a la anatomía. Si aprietan demasiado pueden empujar hacia adelante los hombros y la columna.

Los aros son otro objeto a señalar, ya que puede producir daños en la piel; el aro debe de mantenerse pegado a la piel pero sin apretar, producir marcas ni pliegues. Estos problemas son especialmente habituales en mujeres de cierta edad con un busto abundante. Los ligamentos de Cooper pierden su capacidad de sujeción con el paso de los años, lo que se asocia al descolgamiento de las mamas. Para evitarlo es habitual que la mujer se apriete el sostén más de lo debido, provocando a la larga problemas en el hombro debido a la presión del tirante. Por lo tanto, el sostén debe ser cómodo y respetar la forma del pecho y la espalda, sin oprimir la circulación. Se aconseja que esté fabricado con fibras naturales (como el algodón).

Pero, ¿Cómo elegir la talla adecuada?

Existen variaciones según la marca comercial o el modelo pero hay varios puntos en los que debemos fijarnos para elegir la talla correcta de sujetador. El número (85, 90, 100…) hace referencia al contorno del tórax de la mujer. La copa (A, B, C…) indica el volumen de las mamas.
El contorno del torso se mide por debajo del pecho con una cinta métrica. A la cifra resultante en centímetros hay que sumarle 15: la cifra obtenida es la talla de sujetador (85, 90, 100…).
Para conocer la talla de la copa debe medirse el contorno torácico a la altura del pecho y por encima del pezón. A esta cifra le restaremos la del contorno y seguiremos esta regla:

Busto pequeño

Copa A (de 12 a 14 cm)

Busto medio

Copa B (de 14 a 16 cm)

Busto lleno

Copa C (de 16 a 18 cm)

Busto voluminoso

Copa D (de 18 a 20 cm)

Esta secuencia puede continuarse para determinar copas superiores hasta la G.

tabla tallas de sujetador

La zona de los senos puede sufrir variaciones debido al paso del tiempo, los embarazos o los cambios bruscos de peso. Resulta aconsejable revisar las medidas propias cada cierto tiempo para elegir el sujetador que mejor se adapte a la talla actual. Finalmente, deben tenerse en cuenta las circunstancias de la mujer. Situaciones como la lactancia, el proceso de postoperatorio de alguna intervención de pecho, la recuperación de una cirugía de mastectomía o la práctica de ejercicio físico requieren un sujetador específico. En estos casos resulta conveniente acudir a un especialista para que nos oriente lo mejor posible sobre el sujetador adecuado. Si después de una intervención de cirugía estética en Asturias tienes dudas sobre qué talla de sujetador necesitas, llámanos. Estaremos encantados de poder ayudarte.

Qué es la mastopexia

¿Qué es la mastopexia?

¿Qué es la mastopexia? 870 420 admin

La mastopexia, o cirugía de elevación mamaria, está especialmente indicada para aquellas pacientes que presentan unos senos de apariencia caída y en ocasiones desproporcionadamente envejecida respecto al resto del cuerpo.  En el artículo de hoy os contamos qué es la mastopexia, cómo se produce y cuáles son sus resultados.

Mastopexia ¿Qué es?

La intervención de la mastopexia se realiza para armonizar tanto el tamaño como la forma del pecho, devolviéndole un aspecto estéticamente bonito y adecuado para cada paciente. El descenso de la posición de las mamas, o ptosis mamaria, puede producirse por diferentes factores: embarazos, cambios bruscos de peso o de forma natural en pacientes que tienen una piel especialmente elástica. Las pacientes suelen referir un descenso claro en la posición del pezón y la areola, generalmente asociado a un volumen de tejido mamario reducido.

El examen del caso por el cirujano es importante ya que el tipo de procedimiento a seguir varía significativamente según diferentes factores como el tipo de piel, el volumen y la forma del seno, o el tipo de tejido mamario que presente.

¿Cuál es su objetivo?

La mastopexia busca no sólo elevar la areola, sino reposicionar a su vez el tejido mamario y eliminar el exceso de piel. De esta manera, mejora la forma y proyección de las mamas. En los casos en los que el tamaño de la areola es mayor que el deseado también se puede reducir su tamaño. Con frecuencia el tratamiento indicado consiste únicamente en reposicionar los tejidos mamarios de la paciente. En otras ocasiones, para recuperar el volumen, puede estar indicado la utilización de implantes mamarios. La opinión del cirujano es fundamental para conseguir un resultado proporcionado y armónico con el resto del cuerpo. Esta cirugía se realiza utilizando anestesia general. La intervención tiene una duración de dos a tres horas, y la paciente puede ser dada de alta a las pocas horas tras la misma.mastopexia

Durante el postoperatorio no es necesario el uso de vendaje, aunque sí de un sujetador específico para esta cirugía. Esta prenda debe llevarse de manera continua durante las primeras semanas tras la intervención. La paciente podrá cambiarlo progresivamente por otro tipo de sostén en función de la técnica utilizada y de la evolución que presente la mama durante el postoperatorio. La reincorporación al trabajo suele realizarse en un máximo de siete días si éste no requiere un esfuerzo físico. En caso contrario puede ser necesario un reposo relativo de 10 a 12 días.

¿La mastopexia deja cicatriz?

No puede hablarse de una longitud estándar de las cicatrices, sino que éstas varían en cada caso. La intervención deja dos tipos de cicatriz: una alrededor de la areola, y otra entre la areola y el surco mamario. En ocasiones, para conseguir un mejor resultado estético, se añade una pequeña incisión a nivel del surco submamario. El periodo de tiempo comprendido entre la semana 8 y la 12 es el momento en el que las cicatrices son más visibles. Sin embargo, a partir de ese momento van atenuándose hasta llegar a resultar prácticamente imperceptibles. Durante el seguimiento postoperatorio que realiza el cirujano, si se observa que la paciente presenta dificultades en el proceso de cicatrización, pueden plantearse diversos métodos para mejorarlo y acelerarlo.

¿Los resultados son satisfactorios?

El resultado de la mastopexia es altamente satisfactorio para las pacientes, al recuperar uno de los elementos más importantes de la feminidad. Además, obtiene un efecto muy positivo sobre su autoestima. Si quieres solicitar más información sobre esta intervención o consultar tu caso recuerda que puedes contactar con nuestro equipo médico a través del teléfono 985 220 244, de nuestras redes sociales o del formulario de contacto de nuestra página web.  En Clínica Fernández contamos con un amplio equipo de profesionales en el campo de la cirugía estética en Asturias que resolverá todas tus dudas.

operación de pechos asimétricos

Cirugía mamaria: una solución para cada problema

Cirugía mamaria: una solución para cada problema 900 686 admin

El pecho femenino es un factor determinante en la autoestima de la mujer. Tener un volumen y forma adecuados es un deseo natural que no siempre se presenta, ya que el pecho experimenta cambios y evoluciona a lo largo de las diferentes etapas de la vida.

La piel de la mama actúa como envoltorio del tejido mamario subyacente a modo de sostén natural. Con el paso de los años, la piel va perdiendo tonicidad, por lo que el pecho pierde firmeza. También el tejido mamario puede cambiar su composición pasando de ser más consistente, por contener más tejido glandular, a más blando cuando aumenta su parte adiposa o grasa.

Los datos indican que una de cada tres mujeres españolas no se siente a gusto con su pecho. La cirugía mamaria plantea diferentes tipos de intervención, ajustadas a las necesidades de cada paciente.

Mamoplastia de aumento o aumento de mamas

 La cirugía de aumento mamario es un procedimiento con el que se consigue mejorar el volumen o la forma del pecho,mediante la colocación de implantes. Es una técnica indicada para aquellas mujeres en las que el pecho no se ha desarrollado suficientemente y en las que la posición de la areola se encuentra dentro de lo considerado normal desde el punto de vista estético. También es una cirugía apropiada en mujeres que aprecian una disminución del volumen o un descenso leve de la posición del tejido mamario tras el embarazo o por disminución de peso. Con un aumento mamario no se busca elevar el pecho, aunque al incrementar el volumen, y en función de la técnica empleada en la colocación del implante, el pecho puede adoptar visualmente un aspecto más elevado. En este tipo de cirugía la cicatriz se limita a la incisión requerida para poder introducir el implante (unos 4 a 5 cm) en la zona del surco submamario, en el borde de la areola o a nivel de la axila, según la vía que se escoja.

Según datos de la Sociedad Española de Cirugía Plástica, Reparadora y Estética (SECPRE), es la intervención de Cirugía Estética con mayor demanda en nuestro país y supone un 28,2% del total de este tipo de procedimientos.

Mastopexia o Cirugía de Elevación Mamaria

Una piel con gran elasticidad, los embarazos o los cambios importantes de peso, son algunas de las causas por las que algunas mujeres presentan unas mamas de aspecto caído (ptosis mamaria) y con frecuencia desproporcionadamente envejecido en relación con el resto del cuerpo. En este caso, la mastopexia o cirugía de elevación mamaria, busca armonizar tanto el tamaño como la forma del pecho devolviéndolo a una posición adecuada. Puede estar indicado asociar un aumento mamario, en general de pequeño volumen, para lograr un resultado estético proporcionado y armónico. Las variantes técnicas de este tipo de cirugía mamaria son numerosas, según el grado de descenso de la areola, de las características de los tejidos o de la necesidad de colocar implantes mamarios. Las cicatrices pueden limitarse al borde de la areola por todo su perímetro o incluir además una cicatriz vertical desde el borde inferior de la areola hacia el surco submamario. En ocasiones es necesario resecar piel en la zona del surco submamario para lograr el resultado deseado. Este tipo de cicatrices en condiciones normales terminan por resultar poco visibles a largo plazo, siendo bien toleradas por las pacientes.

Este procedimiento también está indicado en casos de asimetría mamaria, que se puede padecer desde la adolescencia como consecuencia de alteraciones en el desarrollo – es el caso de las denominadas mamas tuberosas-, o en la edad adulta, -tras los embarazos o por tras una resección mamaria o mastectomía como consecuencia de un cáncer de mama-.

Reducción Mamaria

 Cuando la alteración de las mamas se debe a que el tamaño de las mismas se encuentra por encima de lo que se considera normal o saludable en una mujer -lo que se conoce por hipertrofia mamaria-, es posible disminuir el tamaño de los senos mediante la extirpación de grasa, tejido mamario y piel, mediante una cirugía de reducción mamaria. El resultado son unos senos más pequeños y ligeros, proporcionados con el resto del cuerpo de la paciente. Este tipo de cirugía se realiza en mujeres que presentan mamas completamente desarrolladas, pudiendo estar indicada ya en mujeres jóvenes cuando esta circunstancia les produce dolor o malestar físico o psicológico. De hecho, el dolor de espalda postural es la causa que está detrás de muchas de las intervenciones de reducción de mamas en España, una operación a la que se someten 1 de cada 20 españolas que recurren a la Cirugía Estética, según datos de la SECPRE. Los resultados son muy gratificantes para las pacientes ya desde los primeros días del postoperatorio al apreciarse una importante mejoría asociada a la disminución de peso y volumen de las mamas. Los efectos positivos desde el punto de vista psicológico de la mamoplastia de reducción también suponen uno de los principales motivos para decidirse a realizar la cirugía.

Hoy día las cirugías mamarias ofrecen un abanico de soluciones para las mujeres que por razones estéticas, médicas o psicológicas desean corregir la forma o volumen de su pecho, a través de procedimientos que son seguros para las pacientes y que proporcionan resultados altamente satisfactorios.

Mastopexia: cirugía de elevación del pecho con y sin prótesis

Mastopexia: cirugía de elevación del pecho con y sin prótesis 400 300 admin

El embarazo, la lactancia, las variaciones importantes de peso o simplemente el paso de los años, son algunas de las causas del cambio en la forma de los senos. Tanto la piel como el tejido de las mamas presentan modificaciones que se reflejan en un aspecto más vacío de las mismas y en un descenso en la posición de la areola. Con frecuencia la apariencia del pecho es desproporcionadamente envejecida con respecto al resto del cuerpo. La cirugía de elevación mamaria o mastopexia consigue elevar la areola y reposicionar a su vez el tejido mamario mejorando así la forma y proyección del pecho.

En la cirugía de elevación mamaria o mastopexia existen multitud de variables a tener en cuenta: el tipo de piel, la posición de la areola, las características y volumen del tejido mamario, y la constitución de la paciente son elementos que el cirujano tiene en cuenta a la hora de decidir qué tipo de cirugía es la más adecuada para cada caso.

Sí existe un elemento común a todas las mastopexias: se eleva la posición de la areola y del tejido mamario para lo cual es necesario eliminar, en menor o mayor medida, el exceso de piel. Esto supone la presencia de cicatrices; la ubicación y longitud de las mismas varían en función del procedimiento pero, con el paso del tiempo, terminan resultando casi imperceptibles. La calidad de las cicatrices y su evolución debe de ser explicadas por el cirujano que realizará la intervención.

Una cuestión que se plantea con frecuencia es la necesidad o no de aumentar el volumen de la mama mediante la colocación de un implante.

Mastopexia sin implante

Algunas pacientes se encuentran conformes con el volumen de sus mamas pero no les gusta la apariencia producida por el descenso de las areolas. Con frecuencia, pero en menor medida, muestran malestar con la disminución de volumen en la parte superior del pecho pero les preocupa que un aumento de volumen con un implante pueda suponer un cambio demasiado importante en el aspecto de su mama o desproporcionado al resto del cuerpo. Existen técnicas que permiten mejorar el aspecto de la mama de forma significativa empleando únicamente el tejido mamario de la propia paciente y con cicatrices cortas; es lo que en ocasiones se denomina mastopexia con autoprótesis. Permite obtener un resultado completamente natural y muy satisfactorio para las pacientes.

Casos reales de Mastopexia sin implante (con autoprótesis).

Elevación con aumento

Si además del descenso en el tejido mamario y en la posición de la areola, existe una falta de volumen puede ser necesario asociar a la mastopexia la colocación de un implante mamario que aporte un aspecto más lleno al pecho: esto permite lograr un resultado más proporcionado y armónico.

El volumen de la prótesis se ve en ocasiones limitado al tipo de cirugía que se va a realizar para reposicionar la mama y debe de ser tenido en cuenta por la paciente.

Las pacientes que están considerando someterse a un aumento de pecho se preguntan si este procedimiento está indicado para corregir unas mamas de aspecto caído (ptosis mamaria). Al incrementar el volumen, el pecho puede adoptar visualmente un aspecto más elevado pero la cirugía de aumento mamario no está indicada para elevar el pecho o remodelar un seno caído.

Casos reales de Mastopexia con implante mamario.

MEDICINA ESTÉTICA EN ASTURIAS

lactancia después de operación de pecho

Lactancia tras Cirugía Mamaria

Lactancia tras Cirugía Mamaria 784 523 admin

Algunas de las cuestiones que plantean las pacientes que van a someterse a una cirugía mamaria, sea de aumento o de reducción de pecho, tienen que ver con la repercusión que la cirugía puede tener en la lactancia: tanto si se puede o no amamantar, como al efecto estético que pueda tener sobre el pecho.

La leche se produce en la glándula mamaria en los denominados lóbulos mamarios: la cantidad de lóbulos, así como su capacidad para producir leche, varían de unas mujeres a otras.Además son necesarios los conductos galactóforos que conectan los lóbulos de tejido glandular con el pezón. Por último, la secreción se logra cuando el lactante estimula el pezón, el denominado reflejo de succión, gracias a la presencia de múltiples terminaciones nerviosas a dicho nivel.

 

Lactancia en Aumento mamario

Los implantes mamarios se colocan en un plano posterior a la glándula mamaria, por lo que no se produce alteración en su estructura ni, por tanto, en su capacidad de producir leche. Se ha observado que un 93% de las pacientes con implantes mamarios logran establecer la lactancia materna, ya sea de forma exclusiva o mixta, durante los 30 primeros días tras dar a luz. En mujeres sin prótesis este porcentaje es del 99%. Esta diferencia puede deberse a la presencia en las primeras de una glándula mamaria de menor tamaño o a que algunas de estas mujeres deciden dar el pecho durante menos tiempo por el temor a alteraciones estéticas en la mama. En cualquier caso, la gran mayoría de las mujeres que se han realizado operaciones de cirugía estética en Asturias de prótesis mamarias, pueden dar lactancia si así lo quieren.

Con respecto a la calidad de la leche, diversos estudios científicos han demostrado que la composición de la leche materna es igual en mujeres con implantes mamarios que en las que no los tienen.

Ni el tipo de implante ni su ubicación (subglandular, si se coloca debajo de la glándula mamaria, o submuscular, debajo del músculo pectoral mayor) interfiere en los conductos mamarios que llevan la leche al pezón. Aquellos casos en los que las portadoras de implantes mamarios presentan dificultades para desempeñar la lactancia están más relacionados con la falta de desarrollo de la glándula mamaria que con la técnica quirúrgica propiamente dicha.

Desde el punto de vista estético, se debe tener en cuenta que la lactancia conlleva un aumento del tamaño del pecho. No se ha demostrado que el comportamiento de los implantes mamarios se vea alterado por los cambios asociados a la mama durante la lactancia, ni que los cambios que sufre el pecho por esta circunstancia sean mayores por ser portadora de implantes.

Además de una evaluación y planificación correcta de la cirugía, incluido el tipo de incisión, el lugar de colocación y el volumen del implante, el cirujano debe informar a las pacientes que están considerando el aumento de pecho sobre todas las variables que pueden influir en la lactancia materna.

 

La lactancia en la Reducción de pecho

Las técnicas existentes para una reducción mamaria son múltiples. En la mayoría de ellas se busca preservar las propiedades de la glándula mamaria y por tanto la capacidad para dar lactancia. Según el tipo de tejido mamario, la edad de la paciente, el resultado estético que se busca o las preferencias del cirujano, se puede emplear una técnica u otra.

Habitualmente en este tipo de procedimientos se deja parte del tejido mamario con sus conductos galactóforos, unidos a la areola; es por ello que las mujeres que se someten a esta intervención no tienen problemas para amamantar. En ocasiones, sin embargo, esta capacidad puede verse disminuida debido a modificaciones en el funcionamiento de los conductos galactóforos.

Las mujeres que van a realizar este tipo de intervención quirúrgica deben ser informadas de la posibilidad de complicaciones en la lactancia y contar con el asesoramiento y apoyo adecuado para lograr una lactancia exitosa.

CIRUGÍA ESTÉTICA EN ASTURIAS

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