Reducción mamaria

lactancia después de operación de pecho

¿Se puede dar el pecho tras una Cirugía Mamaria?

¿Se puede dar el pecho tras una Cirugía Mamaria? 784 523 admin

Las dudas iniciales de quiénes quieren someterse a un aumento o reducción de pecho son muy diversas. Pero hay una muy específica ¿se puede dar el pecho tras una Cirugía Mamaria? La preocupación suele ser doble. La primera es si afectará a su capacidad de amamantar. La segunda, es cómo afectará la lactancia después de la operación desde el punto de vista estético. Tales son las cuestiones habituales que nos plantean quienes buscan estos servicios de cirugía estética en Asturias y acuden a nuestra clínica. Y  recordamos ahora algunas de las respuestas que ya ofrecimos en entradas anteriores.

Los órganos que intervienen en la lactancia

La primera cuestión que hay que establecer es cuáles son los órganos de la mama que intervienen en la lactancia. Y si estos pueden verse afectados por una cirugía mamaria, ya sea de aumento o de reducción de pecho.

La producción de leche en las glándulas mamarias tiene lugar en los llamados lóbulos mamarios. Su cantidad es variable. Y también su capacidad de segregar leche. Depende de la conformación de la glándula mamaria en cada mujer.  Y de los llamados conductos galactóforos que sirven de conexión entre los lóbulos y el pezón y llevan hasta él la leche. Allí, son las terminaciones nerviosas las que responderán al estímulo del lactante y producirán la secreción. Es el conocido reflejo de succión innato en los recién nacidos..

El aumento de pecho y  la lactancia

Sí se puede, por lo general, dar el pecho tras una cirugía mamaria de este tipo. Y es que, en principio, una operación de aumento de pecho no tiene por qué afectar a la capacidad de segregar leche de una mujer durante la lactancia materna.

La capacidad de dar el pecho con implantes mamarios

lactancia tras aumento de pecho en AsturiasLa situación de los implantes mamarios, alejados de la glándula mamaria, impide que la estructura de éstas se vea afectada. Colocados bien bajo la propia glándula o bien bajo el pectoral mayor, no tienen por qué afectar a las funciones de secreción de leche. Ni se produce interferencia alguna con los conductos mamarios que transportan la leche desde los lóbulos al pezón.

Las estadísticas nos hablan de un 93 % de pacientes con implantes mamarios que no tienen dificultades en establecer la lactancia exclusiva o mixta en los 30 días posteriores al parto.

Es cierto que existe una diferencia mínima en el éxito de la lactancia respecto a las mujeres que no llevan implantes.  Y suele atribuirse a dos razones.

En ocasiones la explicación se encuentra en los mismos motivos de someterse a una cirugía estética de aumento de pecho. Es decir, en el menor tamaño de la mama, y por ende, de una glándula mamaria menos desarrollada. O más pequeña de lo habitual. Lo que de por sí ya dificultaría la secreción de leche, y las posibilidades de mantener una lactancia exitosa.

Otras veces, nos encontramos con la reticencia de la madre lactante, o su prevención ante una posible afectación estética de la mama. Y esto suele ser la causa de decidir no prolongar la lactancia.

Tampoco se ve afectada, según varios estudios científicos, la calidad o composición de la leche de las madres lactantes con implantes. Pues son iguales respecto a aquellas que no se han sometido a este tipo de cirugía.

Podemos concluir, así pues, que prácticamente la totalidad de pacientes que se han sometido a intervenciones de cirugía estética en Asturias, pueden dar el pecho, si así lo desean.

Los cambios de la mama durante la lactancia

La lactancia implica un aumento del tamaño de los pechos. Es algo natural. Y la preocupación de muchas mujeres que se han sometido a un aumento de pecho también. Se preguntan si esta alteración natural puede afectar de forma negativa a los implantes mamarios. Y podemos decir que no existe evidencia científica de que los cambios producidos en la mama durante la lactancia sean mayores por llevar implantes. Ni de que estos se vean afectados en forma alguna por esos cambios.

En cualquier caso, es práctica habitual en nuestros centros de cirugía estética en Asturias, informar de todas estas cuestiones en profunidadad a nuestras pacientes con carácter previo a cualquier cirugía mamaria.

Por deontología y exigencia de una buena praxis profesional ha de realizarse siempre una evaluación previa de la intervención. Y una planificación rigurosa de la misma. Incluyendo el tipo de incisión que se practicará, el volumen del implante y su ubicación. Y, por supuesto, informar a todas aquellas mujeres que llegan a nuestra consulta, sobre todas las variables que pueden influir en su lactancia materna en caso de someterse a una operación de aumento de pecho.

La lactancia tras una reducción de pecho

En el lado opuesto, nos encontraríamos los supuestos de reducción de pecho. Estos caso de cirugía mamaria se llevan a cabo mediante múltiples técnicas. La finalidad de preservar las propiedades de la glándula mamaria está presente en la mayoría de ellas, de forma que no alteren la capacidad para dar desarrollar una lactancia exitosa tras la intervención.

Como decimos, las técnicas varían, en función de la edad, la conformación del tejido mamario o el resultado estético deseado. O bien de otras consideraciones. Lo más habitual, sin embargo, es que estas técnicas permitan conservar parcialmente el tejido mamario, con los conductos galactóforos de los que hablábamos al principio, unidos a la areola. Y gracias a esto, este tipo de cirugías de reducción mamaria no suelen producir afectación alguna a la hora de dar el pecho. Si bien, puntualmente sí puede llegar a darse  una disminución en la capacidad de amamantar, en caso de verse afectada la función de esos conductos galactóforos.

Por eso  es muy importante la información previa a cualquier intervención quirúrgica de reducción de pecho. Los profesionales de la cirugía estética debemos asesorar convenientemente en cada caso e informar de la posibilidad de complicaciones en la lactancia, en función del tipo de intervención a realizar.

Si tienes cualquier duda y estás planteándote una operación de aumento de pecho o para su reducción, llámanos al tfno. 985 220 224. O contacta con nosotros. Pondremos a tu disposición toda nuestra experiencia en cirugía estética en el Principado de Asturias.

Operación para reducir pecho ¿cómo se hace ?

Operación para reducir pecho ¿cómo se hace ? 768 404 admin

Operaciones para reducir pecho

La hipertrofia mamaria es una alteración del tamaño de las mamas por presentar estas un volumen demasiado grande con respecto a lo que se considera normal o saludable. Unas mamas grandes pueden producir dolor, posturas inadecuadas, irritación cutánea, problemas respiratorios o deformidades en la espalda. Y desde el punto de vista psicológico, pueden afectar a la autoestima de las pacientes. La reducción mamaria u operación para reducir pecho, es una intervención quirúrgica destinada a disminuir el tamaño de los senos mediante la extirpación de grasa, tejido mamario y piel. El resultado son unos senos más pequeños y ligeros, proporcionados con el resto del cuerpo de la paciente.

Este tipo de cirugía se realiza con más frecuencia en mujeres que presentan mamas completamente desarrolladas. Aunque la reducción mamaria puede indicarse en mujeres más jóvenes si esta circunstancia les produce dolor o malestar físico.


 reduccion-de pecho-dolor-espalda

Preoperatorio

En la primera consulta, el cirujano evalúa entre otros aspectos el tamaño y forma de los senos, las características de su piel así como el estado general de salud de la paciente. Ésta debe aportar cierta información como el número de embarazos/lactancias previas, si es fumadora o si toma algún tipo de medicación. En determinados casos puede ser necesario un estudio mamográfico previo a la intervención. Esto es indicado, especialmente en pacientes que padecen de mastopatía fibroquística; la mamografía aporta información acerca de la presencia de quistes y sus características, así como la posibilidad de extirparlos durante la intervención.

Un aspecto importante son las cicatrices resultantes; éstas pueden variar según la técnica que se emplee, y la paciente debe de conocer cuál será la localización y evolución previsible de las mismas en el postoperatorio. Pues es una de las preocupaciones de las pacientes que presentan pechos demasiado grandes y se los quieren operar.

técnicas de reducción mamaria

Cirugía

Esta cirugía para una intervención de reducción de senos se realiza bajo anestesia general y tiene una duración de entre 3 a 4 horas. La reducción mamaria requiere el ingreso de la paciente, dándose el alta habitualmente en el mismo día de la intervención. En ocasiones puede ser necesario permanecer en la clínica hasta 24 horas tras la cirugía.

Muchas pacientes que se plantean someterse a una operación para reducir pecho nos preguntan cómo se hace. Todas las técnicas de reducción mamaria están orientadas a reducir el volumen de las mamas y elevar la posición de la areola y el pezón. Las incisiones vendrán determinadas por la técnica elegida. Existen dos técnicas fundamentales para realizarlas. Pueden practicarse únicamente alrededor de la areola y prolongarse hasta el pliegue mamario. O bien requerir además una incisión a lo largo de este surco. Mediante esta cirugía se extirpa el exceso de piel, grasa, y tejido mamario, recolocándose la areola y el pezón en su nueva posición. Con frecuencia se reduce también el tamaño de las areolas que, en este tipo de pacientes, suele encontrarse aumentado por la distensión cutánea.

Habitualmente después de la intervención no se requieren drenajes. La intervención finaliza con la colocación de unas gasas en la zona de las incisiones y un sujetador quirúrgico específico.

Postoperatorio en reducción de mamas

Postoperatorio

La operación para reducir pecho no implica una cirugía dolorosa; el cirujano le prescribirá la analgesia necesaria para que las molestias sean bien toleradas. El sujetador con el que la paciente es dada de alta deberá de mantenerse puesto de forma continuada durante la primera semana. Tras este período se retirarán las gasas que protegen la zona de las incisiones. A partir de ahí podrá quitar el sujetador para la ducha. A los 10 ó 15 días tras la intervención se procederá a la retirada de los puntos.

Es normal que las pacientes noten cierto cansancio durante los primeros días, pero la mayor parte reanudan cierto grado de actividad física (como salir a la calle y caminar con intensidad moderada), al cabo de 24 a 48 horas. Dependiendo del tipo de trabajo lo habitual es poder reincorporarse a los 3 ó 4 días si éste no requiere esfuerzo físico. Se aconseja no levantar objetos pesados o realizar ejercicio físico moderado a intenso durante 3 a 4 semanas.

Factores a tener en cuenta después de la operación

La reducción de mamas es una intervención muy segura, aunque deben tenerse en cuenta ciertos factores.

  • Con la mayor parte de las técnicas empleadas, las mujeres que se someten a esta intervención no han tenido problemas para amamantar. Sin embargo, la capacidad de lactar puede alterarse debido a modificaciones en los conductos galactóforos.
  • Las cicatrices suelen ser muy satisfactorias. Cuando son más evidentes de lo normal se pueden emplear tratamientos médicos específicos. Y, excepcionalmente, puede estar indicado realizar una cirugía de revisión. En ocasiones existe retardo en la cicatrización de algunas zonas, requiriendo curas hasta su cierre definitivo. Esta circunstancia no modifica el resultado final. Conviene recordar que las cicatrices nunca llegan a desaparecer totalmente. Si bien es cierto que cuanto más tiempo pase tras la intervención, menos visibles serán. Los problemas de cicatrización son más habituales en pacientes fumadoras. Por eso se recomienda evitar el tabaco al menos dos semanas antes de la intervención. Se deben evitar también la aspirina o medicamentos que contengan ácido acetilsalicílico antes de la intervención ya que interfieren con la coagulación normal de la sangre.

pecho bonitoResultados

Es una intervención altamente gratificante para las pacientes: la mejoría estética de las mamas en cuanto a forma y tamaño se aprecian desde el primer momento. Hay que tener en cuenta que existen cambios posteriores, más perceptibles en las primeras 3 o 4 semanas. Los resultados definitivos se ven al cabo de unos meses. Es entonces cuando la inflamación asociada y la cicatrización normal de los tejidos han concluido. Durante este proceso la paciente no notará ninguna molestia. Cuando se asocia a un problema funcional (como dolores de espalda o de cuello) notará una mejoría inmediata al deshacerse del peso excesivo de la mama.

En Clínica Fernández, ofrecemos las máximas garantías y profesionalidad en este tipo de intervenciones. Somos especialistas en cirugía mamaria y en estética facial, entre otras. Y contamos con amplia experiencia en el campo de los rellenos faciales como clínica de tratamiento con ácido hialurónico en Asturias. Estamos a su disposición para asesorarle en una primera consulta en cuanto contacte con nosotros.

Cómo elegir la talla del sujetador

Cómo elegir la talla del sujetador

Cómo elegir la talla del sujetador 1000 668 admin

La mama tiene escasos mecanismos de sujeción (carece de músculo u otro tejidos firmes). La forma y posición de la misma se mantiene en gran medida por el efecto envolvente de la piel, así como de unos ligamentos, denominados ligamentos de Cooper, que unen la glándula mamaria a la pared torácica. La finalidad del sujetador es sostener y proteger la mama. Cómo elegir la talla del sujetador, es una tarea que muchas mujeres realizan sin tener en cuenta que optar por un tamaño inadecuado puede no sólo afectar al aspecto estético de la mama, sino que puede acarrear diferentes problemas de salud.

Hace algunos años se llegó a especular con una posible relación entre el uso del sujetador y el cáncer de mama al considerarse que la presión de esta prenda sobre los senos podía dificultar el drenaje linfático. Sin embargo, ha quedado demostrado que esta afirmación no tenía ninguna justificación fisiopatológica. Un estudio publicado en Cancer Epidemiology, Biomarkets y Prevention realizado sobre más de 1500 mujeres descartó cualquier relación entre este tipo de cáncer y el uso del sostén.

La importancia de elegir bien el sujetador

Una investigación realizada por la empresa fabricante de sujetadores Triumph, concluyó que un 76% de las mujeres lleva una talla de sostén equivocada. La mayoría de las encuestadas nunca se había medido para conocer su talla. Un porcentaje minoritario incluso reconoció comprar una talla errónea de manera consciente para aumentar o reducir el tamaño de su busto.
En otro trabajo de la Universidad de Portsmouth se afirma que la mala elección de un sujetador puede afectar de diversas maneras a las mamas. Su investigación, que incluía a 100 mujeres, concluyó que el 95% de las participantes podrían tener problemas de salud derivados del uso de un sujetador de una talla que no era la suya.

El periódico británico Daily Mail consultó con varios expertos las consecuencias de elegir mal la talla de sostén. Según éstos, el uso habitual de un sujetador menor o mayor de lo debido puede producir dolor de cabeza, espalda, cuello e incluso pinchazos en los brazos debido a la opresión de nervios y músculos. También puede provocar irritaciones en la piel o problemas circulatorios, además de acelerar la flacidez de los tejidos. En el caso de mujeres con un busto más desarrollado, con copa de tamaño C o superior, las consecuencias de llevar un sujetador pequeño pueden traducirse incluso en problemas respiratorios. Si por el contrario se tratase de un sostén demasiado grande pueden existir alteraciones posturales, ya que la mujer tenderá a sentarse de manera incorrecta para aliviar la falta de sujeción de la prenda.

Claves para elegir un buen sujetador

Según diferentes empresas especializadas en la fabricación de sostenes hay varias claves para elegir un sujetador aparte de las medidas de contorno y copa. El ancho del tirante debe ser el adecuado para evitar que dañe la piel, por lo que se desaconseja el uso de tirantes finos en mujeres con mucho pecho. Además, éstos deben ser ajustables para adaptarse a la anatomía. Si aprietan demasiado pueden empujar hacia adelante los hombros y la columna.

Los aros son otro objeto a señalar, ya que puede producir daños en la piel; el aro debe de mantenerse pegado a la piel pero sin apretar, producir marcas ni pliegues. Estos problemas son especialmente habituales en mujeres de cierta edad con un busto abundante. Los ligamentos de Cooper pierden su capacidad de sujeción con el paso de los años, lo que se asocia al descolgamiento de las mamas. Para evitarlo es habitual que la mujer se apriete el sostén más de lo debido, provocando a la larga problemas en el hombro debido a la presión del tirante. Por lo tanto, el sostén debe ser cómodo y respetar la forma del pecho y la espalda, sin oprimir la circulación. Se aconseja que esté fabricado con fibras naturales (como el algodón).

Pero, ¿Cómo elegir la talla adecuada?

Existen variaciones según la marca comercial o el modelo pero hay varios puntos en los que debemos fijarnos para elegir la talla correcta de sujetador. El número (85, 90, 100…) hace referencia al contorno del tórax de la mujer. La copa (A, B, C…) indica el volumen de las mamas.
El contorno del torso se mide por debajo del pecho con una cinta métrica. A la cifra resultante en centímetros hay que sumarle 15: la cifra obtenida es la talla de sujetador (85, 90, 100…).
Para conocer la talla de la copa debe medirse el contorno torácico a la altura del pecho y por encima del pezón. A esta cifra le restaremos la del contorno y seguiremos esta regla:

Busto pequeño

Copa A (de 12 a 14 cm)

Busto medio

Copa B (de 14 a 16 cm)

Busto lleno

Copa C (de 16 a 18 cm)

Busto voluminoso

Copa D (de 18 a 20 cm)

Esta secuencia puede continuarse para determinar copas superiores hasta la G.

tabla tallas de sujetador

La zona de los senos puede sufrir variaciones debido al paso del tiempo, los embarazos o los cambios bruscos de peso. Resulta aconsejable revisar las medidas propias cada cierto tiempo para elegir el sujetador que mejor se adapte a la talla actual. Finalmente, deben tenerse en cuenta las circunstancias de la mujer. Situaciones como la lactancia, el proceso de postoperatorio de alguna intervención de pecho, la recuperación de una cirugía de mastectomía o la práctica de ejercicio físico requieren un sujetador específico. En estos casos resulta conveniente acudir a un especialista para que nos oriente lo mejor posible sobre el sujetador adecuado. Si después de una intervención de cirugía estética en Asturias tienes dudas sobre qué talla de sujetador necesitas, llámanos. Estaremos encantados de poder ayudarte.

Los doctores Fernández hablan sobre Reducción Mamaria en TPA

Los doctores Fernández hablan sobre Reducción Mamaria en TPA 1000 1000 admin

Los doctores Fernández hablan en el programa ‘De hoy no pasa’ de TPA sobre la hipertrofia mamaria y la cirugía de reducción (características de este trastorno, beneficios de esta intervenció, para qué pacientes está indicada, etc.), los resultados que se pueden esperar y los factores a tener en cuenta para cada caso. Recuerda que si quieres pedir cita o realizar alguna consulta a nuestro equipo médico puedes hacerlo a través del teléfono 985 220 244 o de nuestras redes sociales.

Los doctores Fernández hablan de reducción mamaria en TPA

Los doctores Fernández hablan de reducción mamaria en TPA 800 800 admin

Los doctores Sergio Fernández Cossío y José Manuel Fernández, cirujanos en Clínica Fernández, hablan en el programa “Saludables” sobre la cirugía de reducción mamaria.

En la entrevista explican en qué consiste la reducción mamaria, cuándo recurrir a esta intervención y otras cuestiones sobre esta técnica quirúrgica.

Recuerda que si quieres pedir cita o realizar alguna consulta a nuestro equipo médico puedes hacerlo a través del teléfono 985 220 244, el formulario de contacto de la página web o de nuestras redes sociales.

operación de pechos asimétricos

Cirugía mamaria: una solución para cada problema

Cirugía mamaria: una solución para cada problema 900 686 admin

El pecho femenino es un factor determinante en la autoestima de la mujer. Tener un volumen y forma adecuados es un deseo natural que no siempre se presenta, ya que el pecho experimenta cambios y evoluciona a lo largo de las diferentes etapas de la vida.

La piel de la mama actúa como envoltorio del tejido mamario subyacente a modo de sostén natural. Con el paso de los años, la piel va perdiendo tonicidad, por lo que el pecho pierde firmeza. También el tejido mamario puede cambiar su composición pasando de ser más consistente, por contener más tejido glandular, a más blando cuando aumenta su parte adiposa o grasa.

Los datos indican que una de cada tres mujeres españolas no se siente a gusto con su pecho. La cirugía mamaria plantea diferentes tipos de intervención, ajustadas a las necesidades de cada paciente.

Mamoplastia de aumento o aumento de mamas

 La cirugía de aumento mamario es un procedimiento con el que se consigue mejorar el volumen o la forma del pecho,mediante la colocación de implantes. Es una técnica indicada para aquellas mujeres en las que el pecho no se ha desarrollado suficientemente y en las que la posición de la areola se encuentra dentro de lo considerado normal desde el punto de vista estético. También es una cirugía apropiada en mujeres que aprecian una disminución del volumen o un descenso leve de la posición del tejido mamario tras el embarazo o por disminución de peso. Con un aumento mamario no se busca elevar el pecho, aunque al incrementar el volumen, y en función de la técnica empleada en la colocación del implante, el pecho puede adoptar visualmente un aspecto más elevado. En este tipo de cirugía la cicatriz se limita a la incisión requerida para poder introducir el implante (unos 4 a 5 cm) en la zona del surco submamario, en el borde de la areola o a nivel de la axila, según la vía que se escoja.

Según datos de la Sociedad Española de Cirugía Plástica, Reparadora y Estética (SECPRE), es la intervención de Cirugía Estética con mayor demanda en nuestro país y supone un 28,2% del total de este tipo de procedimientos.

Mastopexia o Cirugía de Elevación Mamaria

Una piel con gran elasticidad, los embarazos o los cambios importantes de peso, son algunas de las causas por las que algunas mujeres presentan unas mamas de aspecto caído (ptosis mamaria) y con frecuencia desproporcionadamente envejecido en relación con el resto del cuerpo. En este caso, la mastopexia o cirugía de elevación mamaria, busca armonizar tanto el tamaño como la forma del pecho devolviéndolo a una posición adecuada. Puede estar indicado asociar un aumento mamario, en general de pequeño volumen, para lograr un resultado estético proporcionado y armónico. Las variantes técnicas de este tipo de cirugía mamaria son numerosas, según el grado de descenso de la areola, de las características de los tejidos o de la necesidad de colocar implantes mamarios. Las cicatrices pueden limitarse al borde de la areola por todo su perímetro o incluir además una cicatriz vertical desde el borde inferior de la areola hacia el surco submamario. En ocasiones es necesario resecar piel en la zona del surco submamario para lograr el resultado deseado. Este tipo de cicatrices en condiciones normales terminan por resultar poco visibles a largo plazo, siendo bien toleradas por las pacientes.

Este procedimiento también está indicado en casos de asimetría mamaria, que se puede padecer desde la adolescencia como consecuencia de alteraciones en el desarrollo – es el caso de las denominadas mamas tuberosas-, o en la edad adulta, -tras los embarazos o por tras una resección mamaria o mastectomía como consecuencia de un cáncer de mama-.

Reducción Mamaria

 Cuando la alteración de las mamas se debe a que el tamaño de las mismas se encuentra por encima de lo que se considera normal o saludable en una mujer -lo que se conoce por hipertrofia mamaria-, es posible disminuir el tamaño de los senos mediante la extirpación de grasa, tejido mamario y piel, mediante una cirugía de reducción mamaria. El resultado son unos senos más pequeños y ligeros, proporcionados con el resto del cuerpo de la paciente. Este tipo de cirugía se realiza en mujeres que presentan mamas completamente desarrolladas, pudiendo estar indicada ya en mujeres jóvenes cuando esta circunstancia les produce dolor o malestar físico o psicológico. De hecho, el dolor de espalda postural es la causa que está detrás de muchas de las intervenciones de reducción de mamas en España, una operación a la que se someten 1 de cada 20 españolas que recurren a la Cirugía Estética, según datos de la SECPRE. Los resultados son muy gratificantes para las pacientes ya desde los primeros días del postoperatorio al apreciarse una importante mejoría asociada a la disminución de peso y volumen de las mamas. Los efectos positivos desde el punto de vista psicológico de la mamoplastia de reducción también suponen uno de los principales motivos para decidirse a realizar la cirugía.

Hoy día las cirugías mamarias ofrecen un abanico de soluciones para las mujeres que por razones estéticas, médicas o psicológicas desean corregir la forma o volumen de su pecho, a través de procedimientos que son seguros para las pacientes y que proporcionan resultados altamente satisfactorios.

Beneficios de una reducción de pecho

Beneficios de una reducción de pecho 900 600 admin

La reducción mamaria, técnicamente conocida como mamoplastia de reducción, está indicada en mujeres con mamas grandes y descendidas.

Con esta cirugía se elimina tejido graso, glandular y piel de las mamas, haciéndolas más pequeñas, menos pesadas y con mayor firmeza. También permite disminuir el tamaño de la areola (la piel más oscura que rodea el pezón). El objetivo de este procedimiento es obtener unas mamas más pequeñas con una forma más adecuada y proporcionada al resto del cuerpo.

Como expertos en cirugía estética en Asturias, sabemos que los beneficios tanto físicos como psicológicos suponen una mejoría significativa para la calidad de vida de las pacientes que optan por esta cirugía, haciéndola una de las más solicitadas en cirugía estética mamaria.

A nivel físico, unas mamas grandes pueden ocasionar dolor en la zona cervical y dorsal alta, debido a malos hábitos posturales que se adoptan tanto por el peso del pecho como por la tendencia a disimularlo. Una talla excesiva de pecho puede causar irritación de la piel en la parte inferior de los senos e incluso problemas para respirar. Con frecuencia las mujeres con este problema presentan dificultad para la práctica de ejercicio físico.

A nivel psicológico, las mujeres con hipertrofia mamaria pueden sentirse incómodas por la atención no deseada que provoca el tamaño de sus mamas. Les condiciona el uso de determinada ropa y sufren descontento con su imagen personal, lo que con frecuencia afecta a su autoestima y a sus relaciones personales.

Las mejores candidatas para este procedimiento son aquellas mujeres que tienen el grado de madurez suficiente para entender completamente en qué consiste la cirugía y que tienen expectativas realistas con respecto a los resultados. Puede realizarse en pacientes jóvenes, sobre todo cuando el volumen de las mamas supone un malestar físico importante. Muchas de las mujeres que deciden realizar esta cirugía, llevan años molestas con el tamaño de su pecho pero, por diversas razones, la han ido posponiendo; en ocasiones la prioridad es una mejoría en los síntomas físicos más que una mejoría puramente estética.

La cirugía de reducción mamaria pretende adecuar el tamaño de la mama a los requerimientos estéticos y funcionales de la paciente. Desde los primeros días del postoperatorio las pacientes aprecian una mejoría significativa asociada a la disminución de peso y de volumen de las mamas.

Soportar la carga emocional y física que supone tener hipertrofia mamaria es innecesaria. La cirugía de reducción mamaria puede ayudar a las mujeres que presentan esta condición a superar las molestias físicas, recuperar la confianza y desarrollar una imagen personal positiva, siendo una intervención muy segura, siempre y cuando sea realizada por un cirujano plástico cualificado.

CIRUGÍA ESTÉTICA EN ASTURIAS

lactancia después de operación de pecho

Lactancia tras Cirugía Mamaria

Lactancia tras Cirugía Mamaria 784 523 admin

Algunas de las cuestiones que plantean las pacientes que van a someterse a una cirugía mamaria, sea de aumento o de reducción de pecho, tienen que ver con la repercusión que la cirugía puede tener en la lactancia: tanto si se puede o no amamantar, como al efecto estético que pueda tener sobre el pecho.

La leche se produce en la glándula mamaria en los denominados lóbulos mamarios: la cantidad de lóbulos, así como su capacidad para producir leche, varían de unas mujeres a otras.Además son necesarios los conductos galactóforos que conectan los lóbulos de tejido glandular con el pezón. Por último, la secreción se logra cuando el lactante estimula el pezón, el denominado reflejo de succión, gracias a la presencia de múltiples terminaciones nerviosas a dicho nivel.

 

Lactancia en Aumento mamario

Los implantes mamarios se colocan en un plano posterior a la glándula mamaria, por lo que no se produce alteración en su estructura ni, por tanto, en su capacidad de producir leche. Se ha observado que un 93% de las pacientes con implantes mamarios logran establecer la lactancia materna, ya sea de forma exclusiva o mixta, durante los 30 primeros días tras dar a luz. En mujeres sin prótesis este porcentaje es del 99%. Esta diferencia puede deberse a la presencia en las primeras de una glándula mamaria de menor tamaño o a que algunas de estas mujeres deciden dar el pecho durante menos tiempo por el temor a alteraciones estéticas en la mama. En cualquier caso, la gran mayoría de las mujeres que se han realizado operaciones de cirugía estética en Asturias de prótesis mamarias, pueden dar lactancia si así lo quieren.

Con respecto a la calidad de la leche, diversos estudios científicos han demostrado que la composición de la leche materna es igual en mujeres con implantes mamarios que en las que no los tienen.

Ni el tipo de implante ni su ubicación (subglandular, si se coloca debajo de la glándula mamaria, o submuscular, debajo del músculo pectoral mayor) interfiere en los conductos mamarios que llevan la leche al pezón. Aquellos casos en los que las portadoras de implantes mamarios presentan dificultades para desempeñar la lactancia están más relacionados con la falta de desarrollo de la glándula mamaria que con la técnica quirúrgica propiamente dicha.

Desde el punto de vista estético, se debe tener en cuenta que la lactancia conlleva un aumento del tamaño del pecho. No se ha demostrado que el comportamiento de los implantes mamarios se vea alterado por los cambios asociados a la mama durante la lactancia, ni que los cambios que sufre el pecho por esta circunstancia sean mayores por ser portadora de implantes.

Además de una evaluación y planificación correcta de la cirugía, incluido el tipo de incisión, el lugar de colocación y el volumen del implante, el cirujano debe informar a las pacientes que están considerando el aumento de pecho sobre todas las variables que pueden influir en la lactancia materna.

 

La lactancia en la Reducción de pecho

Las técnicas existentes para una reducción mamaria son múltiples. En la mayoría de ellas se busca preservar las propiedades de la glándula mamaria y por tanto la capacidad para dar lactancia. Según el tipo de tejido mamario, la edad de la paciente, el resultado estético que se busca o las preferencias del cirujano, se puede emplear una técnica u otra.

Habitualmente en este tipo de procedimientos se deja parte del tejido mamario con sus conductos galactóforos, unidos a la areola; es por ello que las mujeres que se someten a esta intervención no tienen problemas para amamantar. En ocasiones, sin embargo, esta capacidad puede verse disminuida debido a modificaciones en el funcionamiento de los conductos galactóforos.

Las mujeres que van a realizar este tipo de intervención quirúrgica deben ser informadas de la posibilidad de complicaciones en la lactancia y contar con el asesoramiento y apoyo adecuado para lograr una lactancia exitosa.

CIRUGÍA ESTÉTICA EN ASTURIAS

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