Cirugía de mentón o mentoplastia. Clínica Fernández. Medicina Estética en Asturias.
Los relieves óseos, de forma especial los pómulos o el mentón, adquieren gran importancia a la hora de evaluar la armonía del conjunto de las estructuras que conforman la cara de una persona. La búsqueda de una proporción entre los distintos rasgos faciales puede aconsejar un cambio en el tamaño o la forma del mentón, para que estos resulten proporcionados.
El mentón es uno de los elementos faciales que suele pasar más desapercibido. Sin embargo cuando el relieve óseo de la mandíbula a este nivel es insuficiente, se produce un desequilibrio a otros niveles de la cara afectando entre otros a la forma de la boca. Esto puede dar un gesto triste a la expresión, al cuello que puede parecer más corto. Además, otros rasgos pueden ganar mayor relevancia, especialmente si existe una nariz prominente. Por eso, a menudo, este tipo de corrección estética se asocia a otros procedimientos como la rinoplastia.
Cirugía de mentón o mentoplastia
El objetivo de la mentoplastia es aumentar la proyección de la barbilla. Lo más habitual es colocar un implante de silicona en la zona. Aunque existen diferentes procedimientos para llevar a cabo una mentoplastia, esta cirugía se realiza generalmente por vía endobucal. No quedan cicatrices visibles puesto que se hace a través de una incisión en el pliegue formado entre el labio y la encía. La cirugía de mentón se realiza habitualmente de manera ambulatoria, realizándose con anestesia local y sedación, por lo que el paciente es dado de alta poco tiempo después de la intervención.
Es una cirugía poco dolorosa en la que las molestias que se puedan presentar se tratan de manera eficaz con analgésicos de uso habitual. El paciente puede reincorporarse a su rutina diaria a los 2 ó 3 días tras la intervención. No es necesario retirar suturas ya que en esta cirugía se emplean hilos reabsorbibles. Las complicaciones más habituales, aunque altamente improbables, son la infección o el desplazamiento del implante. Para evitar cualquier riesgo, es fundamental mantener una cuidadosa higiene de la cavidad bucal durante el postoperatorio.
Aunque el cambio puede apreciarse desde un primer momento, el resultado definitivo puede requerir varias semanas. Hasta que la inflamación de la zona se resuelve de forma completa. Es un procedimiento muy satisfactorio para los pacientes ya que un cambio sutil en uno de los elementos faciales supone una mejora significativa en el conjunto de la cara.
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