Cómo cuidar cicatrices después de la cirugía

Cómo cuidar cicatrices después de la cirugía

Cómo cuidar cicatrices después de la cirugía 980 609 admin

El doctor Jaime Planas, pionero de la Cirugía Estética en España y maestro de muchos especialistas, decía que el peor enemigo de un cirujano son las cicatrices. Esto es especialmente cierto en nuestra especialidad, en la que un buen resultado puede ensombrecerse si las cicatrices no tienen el aspecto esperado. Muchos pacientes que se someten a intervenciones de cirugía estética, nos preguntan cómo cuidar cicatrices después de la cirugía. Esta es una gran pregunta que hoy queremos responderos.

Cuidado de las cicatrices después de una cirugía

La pregunta del millón: cómo cuidar cicatrices después de la cirugía estética, facial o corporal. Cualquier herida, independientemente de su origen, desencadena siempre una serie de procesos que tienen como objetivo la reparación de los tejidos; por lo tanto no hay herida sin cicatriz. La calidad de la misma depende del origen: por accidente, tras una cirugía… De la localización de la herida y de las características del paciente (tipo de piel, edad, estado nutricional…). Pero también de la técnica quirúrgica y cuidados que dispensa el cirujano tras la intervención.

En el caso de la cicatriz resultante de una intervención quirúrgica el proceso normal de curación de la herida se desarrolla en tres fases:

Fase de hemostasia e inflamación

En este momento se desencadenan procesos que tienen como finalidad evitar el sangrado y la infección de la herida.

Fase proliferativa

En la que se produce una acumulación de colágeno que permite el cierre definitivo de la lesión.

Fase de remodelación

Puede prolongarse más de un año; a lo largo de este tiempo parte del colágeno que se formó para el cierre de la herida se degrada.

Teniendo en cuenta que la evolución normal de una cicatriz se prolonga a lo largo de varios meses, no es aconsejable precipitar la utilización de determinados tratamientos dirigidos a su atenuación o eliminación. Por lo menos hasta que se haya completado la maduración de la cicatriz. Aunque pueda ser normal que un paciente muestre preocupación por la apariencia de la cicatriz, es el cirujano quién debe de elegir el tratamiento y los cuidados oportunos de la herida en función del momento de su evolución y las características de la misma.

¿Cómo saber si mi cicatriz evoluciona correctamente?

Una cicatriz con una evolución dentro de lo deseable tiene un aspecto aplanado, fino y con una tonalidad muy similar al resto de la piel adyacente. Las cicatrices pueden ser consideradas normales, o no patológicas, aunque presenten alguna anomalía en su aspecto como irregularidades, que estén pegadas a tejidos profundos o que sean más anchas de lo deseado. Serían cicatrices defectuosas que puede requerir algún tratamiento posterior pero en las que no existe una evolución considerada anormal o impredecible. También hay cicatrices que dejan de manera natural depresiones en la piel, como las que se ven tras el acné o la varicela.

Las cicatrices patológicas se producen porque el proceso de curación de la herida no es el predecible en condiciones normales. En ellas influye más la predisposición de la piel del paciente que el tipo de herida o el cuidado de la misma. Las cicatrices patológicas más frecuentes son las queloideas y las denominadas hipertróficas. Son cicatrices especialmente enrojecidas, induradas y sobreelevadas; pueden además producir síntomas como picor o incluso dolor.

Las cicatrices hipertróficas se limitan a los bordes de la herida; su aspecto suele mejorar de forma natural aunque el proceso de cicatrización completo puede ser muy prolongado. La cicatriz queloidea está formada por tejido fibroso que se extiende más allá de los bordes de la herida que la originó. Hay un tipo de cicatriz denominada retráctil que habitualmente aparece cuando se ha dañado o perdido una superficie amplia de piel. Si estas heridas se localizan además en una zona próxima a una o varias articulaciones pueden originar un problema funcional con limitación de la movilidad a dicho nivel. Estas cicatrices pueden precisar para su tratamiento injertos de piel o expansores de tejido.

Consejos y recomendaciones

Como señalamos previamente, la valoración del cirujano será fundamental a la hora de optar por cualquiera de los procedimientos que permiten mejorar las cicatrices tras una cirugía. Para saber cómo cuidar cicatrices después de la cirugía lo primero que debemos hacer es evitar la exposición solar durante el período de maduración, especialmente durante los primeros 6 a 8 meses para que no se produzca la pigmentación de la misma. La mayor parte de las cirugías estéticas corporales se planifican de manera que las cicatrices sean fácilmente tapadas con la ropa interior y por lo tanto con un bañador o bikini. Esto permite a los pacientes realizar actividades al aire libre durante el verano pocos días después de una cirugía.

Al cabo de 6 meses aproximadamente el comportamiento de la cicatriz es el mismo que el del resto de la piel. No son necesarios cuidados especiales. Los apósitos de silicona pueden emplearse durante estos primeros meses si el cirujano considera que la evolución de la cicatriz no es la deseable; su aplicación se debe continuar durante varias semanas para apreciar los resultados de su uso. En las zonas visibles se pueden utilizar geles de silicona transparentes. Cuando se considera que la cicatriz no va a mejorar más porque ha finalizado su período de maduración, pueden tomarse en consideración otros procedimientos como la dermoabrasión o los tratamientos mediante láser. En algunos casos puede requerirse la revisión quirúrgica las cicatrices.

¿Por qué no es posible una herida sin cicatriz?

Algunas de las líneas de investigación en el campo de la Cirugía Plástica, Reparadora y Estética van dirigidas a lograr la reparación de la piel tras una herida sin ningún tipo de secuela. En este sentido, si bien se ha indicado que todas las heridas producen una cicatriz existe una excepción: las heridas fetales. Bien sea por un traumatismo o por una cirugía intrauterina son las únicas heridas que curan sin dejar ningún tipo de cicatriz. El estudio de los factores que intervienen en dicha circunstancia es el objetivo de diferentes estudios.

Por lo tanto, y de manera especial en el ámbito de la Cirugía Estética, la planificación del lugar en el que se realizará la herida quirúrgica, la técnica de sutura y los cuidados postoperatorios deben ir dirigidos a conseguir que la cicatrices sean poco aparentes. Si bien nunca llegan a desaparecer por completo, en la mayor parte de las intervenciones éstas son prácticamente imperceptibles y bien toleradas por los pacientes. Para conseguir el mejor resultado posible en este aspecto determinante en el resultado de una cirugía estética, la atención debe de ser proporcionada por profesionales cualificados y con experiencia en el tratamiento de las heridas quirúrgicas.

Si todavía tienes dudas sobre cómo cuidar cicatrices después de la cirugía, no esperes más y ponte en contacto con nuestro centro de medicina estética en Asturias. Estamos aquí para ayudarte.

Preferencias de Privacidad

Al visitar nuestro sitio web, este recoge información, a través de cookies, para mejorar y analizar la experiencia del usuario. Aquí puedes desactivarlas si así lo prefieres.

Desactivar Google Analytics
Desactivar Google Fonts
Desactivar Google Maps
Desactivar vídeos incrustados
Política de privacidad
Nuestra web utiliza cookies de terceros para mejorar su experiencia. Puede definir sus preferencias o aceptar su uso.