Los relieves óseos faciales, de forma especial los pómulos y el mentón, tienen un papel relevante a la hora de evaluar la armonía del conjunto de las estructuras que conforman la cara de una persona.
En el caso de un mentón o barbilla retraída, un tamaño inadecuado produce un desequilibrio a otros niveles de la cara afectando, entre otros, a la forma de la boca -que puede presentar un aspecto triste por el descenso de la comisura bucal- y a la longitud del cuello- que aparenta ser más corto de lo deseable.
Asimismo, unos pómulos poco desarrollados aportan al rostro un aspecto plano y envejecido. Si además la nariz es prominente ésta puede presentar un mayor protagonismo en el conjunto facial.
Tras nuestra experiencia en Cirugía Estética en Asturias, sabemos que los implantes faciales tienen como finalidad aumentar la proyección de determinadas estructuras de la cara con el objeto de lograr un conjunto armónico y equilibrado.
El mentón y los pómulos son las áreas de la anatomía facial donde se suelen colocar implantes. A menudo, este tipo de corrección estética va asociado a otras cirugías como el lifting, la rinoplastia o la blefaroplastia.
La mayor parte de los implantes que se utilizan en cirugía facial son de silicona sólida, aunque los hay de otros materiales como el Medpore o el Gore-Tex. Su colocación se puede realizar por vía endobucal, por lo que no deja cicatrices visibles. En el caso del existe la posibilidad de implantarlo a través de una pequeña incisión en la barbilla.
Este tipo de cirugías con implantes faciales se realizan habitualmente de manera ambulatoria, con anestesia local y sedación, por lo que el paciente es dado de alta poco tiempo después de la intervención. La infección o el desplazamiento del implante son complicaciones posibles pero altamente improbables.
Los implantes faciales son una alternativa segura cuando se desea mejorar el contorno de la cara, definir los pómulos o barbilla sin recurrir a la aplicación frecuente de rellenos faciales.
Desde Clínica Fernández estamos seguros de que estos procedimientos resultan muy satisfactorios para los pacientes, ya que un cambio sutil en uno de estos elementos supone una mejora significativa en el conjunto de la cara.