El aumento de pecho es una de las intervenciones más solicitadas de cirugía estética en Asturias. Pese a todo, siguen existiendo una serie de mitos en torno a los implantes de pecho que aclaramos a continuación:
1. Hay que cambiar lo implantes cada 10 años.
Los implantes mamarios no necesitan ser sustituidos al cabo de un tiempo determinado; no tienen “fecha de caducidad”. Estadísticamente lo más frecuente es que no se presenten modificaciones en el implante que hagan a las pacientes volver a pasar por quirófano. Las causas más frecuentes que pueden suponer una cirugía de sustitución son la contractura capsular (que provoca un endurecimiento de la prótesis) y la rotura de implante. Por ello se recomienda hacer las revisiones mamográficas indicadas para controlar su estado y consultar cuando se aprecien modificaciones respecto a estudios previos.
2. Los implantes afectan a la lactancia.
La capacidad para poder dar el pecho al recién nacido es independiente de que una mujer se haya realizado o no una cirugía de aumento. Ni el tipo de implante ni su ubicación interfiere en los conductos mamarios que llevan la leche al pezón por lo que ni la cantidad ni la calidad de la leche se ve alterada.
3. Se pierde sensibilidad en la zona.
Los días posteriores a la cirugía algunas pacientes perciben una alteración de la sensibilidad de los tejidos, ya sea aumento o disminución. La frecuencia con la que se da esta circunstancia es baja y remite a los pocos días o semanas tras la cirugía.
4. Los implantes producen la caída del pecho.
No, siempre y cuando el volumen de los mismos sea el adecuado para la constitución y el tipo de tejidos de la paciente. Si se colocan tamaños muy grandes la distensión normal de la piel puede provocar el descenso del pecho.
5. Aumenta el riesgo de cáncer de mama.
Está demostrado, en múltiples estudios y desde hace muchos años, que NO existe ninguna relación entre las prótesis y el cáncer de mama. Antes de realizar cualquier técnica de diagnóstico precoz de cáncer de mama las pacientes deben informar al radiólogo de que llevan implantes mamarios. Será el especialista en radiología quien determine qué estudio es el más adecuado para descartar cualquier patología de la mama.
6. Los implantes no se pueden romper.
El porcentaje de rotura espontánea de una prótesis es muy bajo. Un accidente con un traumatismo en la zona podría dañar la prótesis; en ningún caso por cambios de presión en el interior de un avión. Un implante roto no se considera una “urgencia” quirúrgica, aunque cuando se diagnostica debe acudir a su cirujano para valoración médica de su caso.
Si todavía te quedan dudas acerca de los implantes de pecho, no dudes en ponerte en contacto con nosotros. En Clínica Fernández contamos con los mejores profesionales que resolverán todas tus dudas.