Actualmente existen tratamientos faciales que, sin necesidad de recurrir al quirófano, permiten rejuvenecer nuestro aspecto, actuando sobre problemas específicos asociados al paso del tiempo.
Los efectos son visibles desde la primera sesión y, tras un periodo de recuperación mínimo o nulo, el paciente puede restablecer su actividad con total normalidad.
Son técnicas mínimamente invasivas que se indican con carácter general en tres circunstancias:
-Para tratar determinados signos de envejecimiento ya presentes.
-De forma preventiva, evitando o reduciendo al máximo la aparición de determinadas arrugas y pliegues.
-De forma complementaria a procedimientos quirúrgicos.
1.-Pliegues en surco nasogeniano o comisuras bucales / Mejillas con falta de volumen/ Labios poco llenos:
Para todos estos casos el tratamiento más efectivo y seguro es el ácido hialurónico. Este gel trasparente con propiedades hidrofílicas y presente de forma natural en nuestro organismo, se emplea para aumentar el volumen en determinadas zonas faciales. Se comercializa bajo multitud de densidades y formatos, variando significativamente tanto el resultado como la duración del volumen que aporta. Con este material se puede añadir volumen en determinadas zonas faciales de forma progresiva, según las necesidades del paciente. Hay áreas en las que hay que actuar con mayor cuidado, como los labios, para obtener un resultado natural. El objetivo debe ser una mejoría apreciable pero discreta.
2.-Manchas / Verrugas / Arrugas periorales:
Determinados tipos de tumoraciones y manchas cutáneas pueden ser eliminadas tratándolas con láser. Por ejemplo las manchas con aspecto “café con leche” de carácter benigno que presentan muchas personas asociadas a la edad y la exposición solar. Otras lesiones como las queratosis seborreicas o algunos tipos de lunares también pueden ser tratados con láser. El cirujano le indicará en cuáles de ellas se puede emplear este procedimiento o si se requiere su eliminación quirúrgica.
Las arrugas presentes en el labio superior (el llamado “código de barras”) y zona del mentón mejoran de forma significativa o llegan a desparecer con un resurfacing facial con láser. El láser induce un proceso de regeneración o reepitelización cutánea que permite mejorar de forma significativa esta zona de la cara.
Aunque los tratamientos con láser son de carácter ambulatorio (no requieren ingreso) y no precisan cuidados postoperatorios complejos, conviene que su evolución sea controlada por el cirujano.
3.-Líneas de expresión:
La aparición de líneas de expresión, localizadas en la frente o alrededor de los ojos, viene determinada por distintos factores como el tipo de piel, la exposición solar o antecedentes familiares, pero también por la tendencia a realizar algunos gestos.
Las infiltraciones de toxina botulínica o Bótox están indicadas para reducir la contracción de ciertos músculos faciales, suavizando las arrugas asociadas a la expresión. Es un tratamiento con el que se consiguen grandes resultados en este tipo de arrugas, siendo el procedimiento no quirúrgico de tipo estético más empleado a nivel mundial. Con este tratamiento se consigue un rostro de aspecto más relajado sin perder la expresión natural de la cara.
4.-Pérdida de elasticidad y tono apagado de la piel de la cara:
Factores ambientales como el sol o la sequedad favorecen la deshidratación de la piel, lo que hace que ésta se muestre opaca y sin elasticidad.
Una técnica novedosa para mejorar la calidad de la piel es la bioestimulación tisular mediante infiltraciones de plasma rico en plaquetas. Este procedimiento permite obtener y aislar los factores de crecimiento presentes en las plaquetas del paciente, que posteriormente son utilizados para estimular el metabolismo celular de la piel y favorecer su regeneración. Este tratamiento se complementa con microinfiltraciones intradérmicas de ácido hialurónico que ayudan a restablecer el balance hídrico de la piel de la cara.
En determinados casos, como aquellos en los que el paciente presenta una piel grasa, la utilización de peelings químicos son muy efectivos, mejorando de forma significativa el aspecto de la piel, aportando un aspecto saludable y con una clara mejoría tanto del tono como el brillo cutáneos.