La aparición de arrugas, manchas cutáneas o la pérdida de tono de los tejidos son algunos de los primeros signos de envejecimiento facial. Uno de los tratamientos más efectivos y novedosos para rejuvenecer el aspecto de la piel del rostro es el resurfacing facial con láser.
¿Qué es el resurfacing facial?
El resurfacing facial está indicado para el tratamiento de arrugas faciales, especialmente las situadas en la región perioral (el denominado ‘código de barras’) y las mejillas. Esta técnica también permite tratar, entre otras afecciones, algunos tipos de manchas cutáneas, las secuelas del acné y algunos tipos de tumoraciones. Existen diferentes factores a tener en cuenta a la hora de planificar el tratamiento, como la localización y profundidad de las arrugas o el tipo de piel del paciente; todos ellos son determinantes para que el cirujano decida el procedimiento más adecuado para cada caso. La historia clínica previa al tratamiento es un elemento importante a la hora de planificar el mismo. Los antecedentes de herpes labial o facial, así como la tendencia a tener procesos infecciosos cutáneos (como foliculitis de repetición) deben de ser conocidas por el cirujano para establecer las pautas previas a la realización del procedimiento.
Esta técnica se realiza con carácter ambulatorio por lo que no es necesario el ingreso hospitalario. Habitualmente se aplica un anestésico local en la zona a tratar, siendo esto suficiente para que el paciente no sienta ningún dolor. Si el área a tratar es muy extensa puede requerirse una sedación controlada por un anestesista para asegurar el confort del paciente. Una de las ventajas de esta técnica es su brevedad: en la mayor parte de los casos su duración es de 20 a 30 minutos, aunque puede alargarse hasta una hora si la superficie es mayor. Una sola sesión suele ser suficiente y en casos en los que las arrugas son más profundas pueden requerirse dos sesiones. Con frecuencia se emplea asociado a otras técnicas de rejuvenecimiento facial como la blefaroplastia de forma que se complete conjuntamente la recuperación de ambos procedimientos.
Postoperatorio
El proceso de regeneración cutánea que se produce tras el resurfacing será controlado por el cirujano. Durante el postoperatorio es necesario mantener una minuciosa higiene del área tratada y proteger la piel con pomadas hidratantes para restablecer su integridad. El periodo de recuperación varía en función de la profundidad del tratamiento. Si este se limita a mejorar la capa más superficial de la piel, el tiempo de recuperación estimado es de aproximadamente 4 o 5 días.
Cuando el tratamiento se realiza en zonas de profundidad media, la piel puede mostrar un aspecto enrojecido durante 10 o 15 días. Aunque puede ocultarse con maquillaje a partir del octavo día. Si se tratan arrugas más profundas el periodo de recuperación puede alcanzar las tres o cuatro semanas. Los tratamientos con láser ofrecen al cirujano una gran precisión durante todo el procedimiento, por lo que los resultados suelen ser muy satisfactorios para el paciente.
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