Cirugía Estética

Ácido hialurónico o bótox - Ácido Hialurónico - CLÍNICA FERNÁNDEZ

Ácido hialurónico o bótox: ¿Qué tratamiento necesito?

Ácido hialurónico o bótox: ¿Qué tratamiento necesito? 768 512 Prisma

Ácido hialurónico o bótox. Ácido Hialurónico en Asturias.

La Medicina Estética en Asturias ofrece una gran variedad de tratamientos no quirúrgicos de rejuvenecimiento facial. En líneas generales podemos establecer dos categorías. Por un lado, aquellos cuya finalidad es restaurar volumen, como el ácido hialurónico; y por otro, los destinados a mejorar las arrugas o la calidad de la piel, como la toxina botulínica o el plasma rico en plaquetas. Pero, ¿Cuál es mejor? ¿Ácido hialurónico o bótox?

Ácido hialurónico o bótox: ¿Qué tratamiento necesito?

Por su eficacia y seguridad, el ácido hialurónico y el bótox son los tratamientos más demandados. Ambos son procedimientos inyectables, que guardan similitudes y diferencias. De ahí que sigan generando confusión, pese a su creciente popularidad.

¿Qué tienen en común el bótox y el ácido hialurónico?

Tanto en las infiltraciones de ácido hialurónico como de bótox se utilizan agujas muy finas que permiten realizar el tratamiento sin necesidad de anestesia y de manera ambulatoria. En zonas sensibles o si se emplean materiales de mayor densidad, se aplican pequeñas dosis de anestesia de forma que resulte indoloro. Esto significa que en apenas 30 minutos es posible salir de nuestra clínica y retomar las ocupaciones habituales sin marca aparente de haberse sometido a cualquiera de estos tratamientos.

Otra cualidad que comparten es que son materiales reversibles. Tras un período de tiempo va disminuyendo su efecto sin dejar ningún resto. Sus efectos, por tanto, son duraderos, pero no permanentes.

¿En qué se diferencian?

El ácido hialurónico es una molécula que se encuentra de forma natural en los tejidos de nuestro organismo. Tiene la capacidad de retener el agua, lo que mantiene los tejidos hidratados. Con los años su presencia disminuye, provocando flacidez y la aparición de arrugas y pliegues cutáneos.

Según su densidad, con ácido hialurónico es posible conseguir distintos efectos: mejorar el aspecto de la piel, hidratándola, corregir arrugas y pliegues o dar volumen a determinadas estructuras faciales.

En contra de lo que se cree, la toxina botulínica o bótox no forma parte de los rellenos dérmicos y por lo tanto no aporta volumen. Es una proteína natural que actúa relajando los músculos tratados con ella. Su acción, por tanto, no es rellenar la arruga sino mejorarla o prevenir que ésta se forme.

Ácido hialurónico o bótox - Ácido Hialurónico - CLÍNICA FERNÁNDEZ

¿Qué zonas de la cara se pueden tratar?

Como explicamos en un post anterior, el bótox de uso estético solo puede aplicarse en el tercio superior de la cara. En particular, para tratar las arrugas de expresión localizadas en la frente, el entrecejo o alrededor de los ojos (patas de gallo).

El ácido hialurónico se emplea para rellenar pliegues como los del surco nasogeniano, el entrecejo y la comisura bucal. También se utiliza para realzar los pómulos, suavizar las ojeras o dar volumen a los labios.

¿Necesito ácido hialurónico, bótox o ambos?

Para saber qué tratamiento es mejor para tu caso, si ácido hialurónico o bótox, es necesaria una valoración personalizada por el médico. Después de un estudio elegirá cuál es mejor; o bien una combinación de ambos.

Los tratamientos de rejuvenecimiento facial con ácido hialurónico o bótox, proporcionan resultados naturales muy satisfactorios cuando los realizan profesionales que conocen los productos aprobados, su indicación y su técnica de implantación.

Ponte en contacto con nuestro centro de medicina estética en Asturias. Contamos con grandes profesionales preparados y especializados en el campo del ácido hialurónico en Asturias. Solicita tu cita a través del teléfono 985 220 244 o nuestro correo electrónico info@clinicafernandez.com.

cirugía de elevación mamaria o mastopexia

Dudas frecuentes sobre la cirugía de elevación mamaria o mastopexia

Dudas frecuentes sobre la cirugía de elevación mamaria o mastopexia 768 512 Prisma

Con el paso de los años el pecho femenino tiende a descender por el proceso natural de envejecimiento de los tejidos que lo sustentan. Otros factores como los embarazos, los cambios de peso o la pérdida de elasticidad de la piel favorecen este descenso (ptosis) en la posición de la mama. Sabemos de buena tinta, que muchas mujeres tienen dudas frecuentes sobre la cirugía de elevación mamaria o mastopexia.  En este post respondemos a las cuestiones que de forma habitual nos transmiten en consulta a la hora de plantearse esta intervención.

Elevación mamaria o mastopexia: dudas frecuentes

La cirugía de elevación mamaria o mastopexia consigue reposicionar el tejido mamario y eliminar el exceso de piel, mejorando así la forma y proyección del pecho. Es una intervención con resultados muy satisfactorios para nuestras pacientes que, sin embargo, no está exenta de dudas. A continuación os dejamos algunas.

¿Soy muy joven pararealizar una mastopexia?

La edad de la paciente no es un factor determinante para someterse a una mastopexia, sino el grado de ptosis mamaria o descenso de la areola que presenta. Esta circunstancia puede darse de forma precoz en pacientes jóvenes, debido a la falta de elasticidad de los tejidos. Con esta cirugía se consigue devolver el pecho a una posición adecuada a cada paciente, dotándolo de un aspecto rejuvenecido y natural.

¿Es posible reducir el tamaño de las areolas con esta cirugía?

Los objetivos de una mastopexia son elevar la posición de la areola, reposicionar el tejido mamario y eliminar el exceso de piel. También permite reducir el tamaño de las areolas cuando éstas presentan un tamaño mayor del deseado.

cirugía de elevación mamaria o mastopexia

Resultado de una mastopexia con implantes.

¿Es necesario colocar implantes?

Una de las principales cuestiones que plantea esta cirugía es la necesidad o no de aumentar el volumen de la mama mediante la colocación de implantes. Como explicamos en un post anterior, con frecuencia el tratamiento indicado consiste solo en reposicionar los tejidos mamarios de la paciente (autoprótesis). En otros casos para recuperar el volumen y lograr un resultado estético proporcionado, se asocia un aumento mamario mediante implantes. Es una decisión que se toma de forma conjunta, según la experiencia del cirujano y el deseo de la paciente.

Antes de una mastopexia.

Resultado de una mastopexia sin implantes 8 meses después de la cirugía.

¿Cambiará mi talla de pecho?

Tras una mastopexia sin implantes el volumen de la mama no varía, por lo que seguirá usando su talla de sujetador habitual.

¿Cómo serán las cicatrices?

La longitud de las cicatrices varía, según el caso. Habitualmente se ubica una, alrededor de la areola, y otra, entre la areola y el surco mamario. En ocasiones es necesario resecar piel en la zona del surco submamario para lograr el resultado deseado. A las 8-12 semanas es cuando pueden ser más apreciables, como una línea enrojecida. A partir de ese momento se van atenuando hasta hacerse prácticamente imperceptibles.

¿Cuándo se puede apreciar el resultado final?

Aunque los cambios ya son evidentes desde el primer momento, se considera que el resultado final de una mastopexia no se aprecia hasta pasado un periodo de entre 8 meses y un año.

¿Los resultados son definitivos?

Tras una mastopexia, la areola mantendrá su posición de forma definitiva por lo que debe ser ubicada con precisión. Otros cambios en la forma de la mama dependen en parte de la calidad de la piel de la paciente, de embarazos posteriores o de variaciones en el peso. Aunque se den estos cambios el grado de satisfacción sigue siendo muy alto independientemente del tiempo transcurrido.

Si todavía te quedan dudas sobre la cirugía de elevación mamaria o mastopexia, no dudes en ponerte en contacto con el equipo de nuestro centro de medicina estética en Asturias. Podemos ayudarte.

Cirugía estética mamaria y efectos psicológicos

Cirugía estética mamaria y efectos psicológicos

Cirugía estética mamaria y efectos psicológicos 768 512 Prisma

Para muchas mujeres el pecho es un elemento importante de su identidad personal. Las alteraciones en el tamaño, forma, posición o volumen de las mamas constituyen un problema estético y psicológico que puede llegar a condicionar la vida de una mujer.

Cuando se deben a causas congénitas, las alteraciones en la mama suelen identificarse tras la pubertad una vez completado el desarrollo. Con frecuencia derivan en problemas físicos y psicológicos en las jóvenes.

Cirugía mamaria: efectos psicológicos

Como ya expusimos en un post anterior, la cirugía mamaria plantea soluciones para la corrección de anomalías en el desarrollo de las mamas, con resultados altamente satisfactorios.

Un nuevo estudio demuestra los beneficios psicosociales de la Cirugía Estética en este grupo de pacientes.

Estudio sobre los efectos de la cirugía de corrección de la asimetría mamaria congénita en mujeres jóvenes

La revista Plastic and Reconstructive Surgery de American Society of Plastic Surgeon ha publicado un estudio reciente sobre los Efectos de la cirugía de corrección de la asimetría mamaria congénita en mujeres jóvenes.

La investigación analizó desde 2008 a 2018 el comportamiento de 45 mujeres jóvenes con asimetría mamaria congénita frente a101 mujeres de la misma edad sin esta anomalía. El fin era evaluar la calidad de vida de las primeras, tras la intervención quirúrgica. Te contamos los resultados:

Antes de la cirugía

Se observaron diferencias significativas entre ambos grupos en los tres parámetros estudiados: autoestima, función social y salud emocional.

6 meses después de la cirugía

Los parámetros de calidad de vida de ambos grupos se igualaron.

10 años después

Los beneficios psicológicos y sociales de la cirugía se mantuvieron estables diez años después, momento en que finalizó el seguimiento del estudio.

Conclusiones

Este informe subraya que el tratamiento quirúrgico de la asimetría mamaria en mujeres jóvenes aporta mejoras significativas y sostenidas en su calidad de vida psicosocial. Hasta el punto de situarse al mismo nivel que el resto de las mujeres.

También sugiere que los cambios experimentados en algunas de las pacientes tras el postoperatorio, sirvieron de estímulo para la práctica de ejercicio regular y modificar su conducta alimentaria.

Esto hace pensar en el impacto positivo que la cirugía estética puede proporcionar a las mujeres. Independientemente de su edad, con asimetría mamaria u otra malformación, congénita o adquirida.

En general, los pacientes que se plantean una intervención de estética soportan una gran carga psicosocial. Y en ocasiones, mayor al deterioro de la funcionalidad o visibilidad de su afección.

El presente estudio se suma a una creciente literatura científica que incide en el enorme valor de estos procedimientos quirúrgicos para los pacientes que se someten a ellos.

Ponte en contacto con nuestro centro de medicina estética en Asturias si necesitas más información sobre algún tipo de intervención. Nuestro equipo de profesionales estará encantado de atender y resolver cualquiera de tus dudas. Llámanos al 985 220 244.

Cirugía estética: ¿es adecuada para mí?

Cirugía estética: ¿es adecuada para mí?

Cirugía estética: ¿es adecuada para mí? 768 509 Prisma

Cuando no se está a gusto con algún aspecto de nuestro cuerpo muchas personas consideran la posibilidad de corregirlo o mejorarlo mediante cirugía estética.

La mayoría de las personas con buen estado de salud son aptas para una intervención de cirugía estética. Pese a todo, existen factores que pueden condicionar este tipo de procedimientos.

¿Es adecuada la cirugía estética para mi? ¿Qué puedo esperar de ella?

El primer paso para saber si una operación de cirugía estética puede sernos útil es acudir a un especialista que estudie nuestro caso concreto. Como explicamos en un post anterior, en la primera consulta con el cirujano el paciente explica qué aspecto le gustaría corregir, así como las expectativas que tiene respecto al resultado esperado.

En cirugía estética, las “expectativas reales” se consideran un criterio para que cirujano y paciente valoren de forma conjunta los resultados previsibles de cada intervención, por encima de factores económicos o deseos estéticos personales.

¿Soy un buen candidato para una cirugía estética?

Desde nuestra experiencia pueden considerarse dos categorías de pacientes. Aquellos con una imagen positiva de sí mismos pero que presentan una determinada característica física que desearían mejorar o cambiar. Después de la cirugía, este tipo de pacientes se sentirán satisfechos con el resultado y seguirán manteniendo una imagen positiva de sí mismos. En una segunda categoría se incluyen aquellos pacientes con un defecto físico o estético que ha ido empeorando la imagen que tienen de sí mismos. Tras la cirugía precisarán un tiempo de ajuste e irán reforzando su autoestima progresivamente.

¿Es la cirugía la solución definitiva a un problema estético?

La cirugía estética no tiene como objetivo corregir únicamente la apariencia física del paciente, sino mejorar también su calidad de vida. Debemos insistir en que para que la cirugía tenga el efecto deseado sobre la autoestima del paciente, las expectativas deben ser realistas.

Los casos de candidatos que plantean someterse a una intervención basándose en motivaciones erróneas y expectativas poco realistas son excepcionales, pero existen.
Es parte de la ética profesional asesorar y reconducir las demandas de los pacientes cuando estas obedecen a modas, tendencias pasajeras o distorsiones de su propia imagen que no se ajustan a la realidad.

Si quiere saber si la cirugía estética es adecuada para usted, acuda a un especialista en Cirugía Plástica, Reparadora y Estética. En Clínica Fernández contamos con un equipo de profesionales en cirugía estética en Asturias con una larga trayectoria. Solicite ya su cita en el 985 220 244.

Abdominoplastia para un vientre perfecto

Abdominoplastia para un vientre perfecto

Abdominoplastia para un vientre perfecto 1000 668 admin

Los cambios importantes de peso, la distensión de la musculatura abdominal tras el embarazo, o algunas alteraciones hormonales pueden alterar la forma normal del abdomen. Esta forma varía según el paciente, ya que viene determinada por las características de la piel, el tejido subcutáneo y la capa muscular abdominal. El objetivo de la abdominoplastia es conseguir un abdomen más firme y plano, así como una cintura más estrecha.

¿Qué es la abdominoplastia?

Esta intervención consiste en la resección del exceso de piel y grasa, fortaleciendo si es necesario los músculos de la pared abdominal.
La abdominoplastia es una intervención muy recomendable para pacientes que tengan exceso de piel y grasa en la zona abdominal. También está especialmente indicada para mujeres que han pasado por varios partos, o han tenido partos múltiples, y cuyos músculos abdominales no han recuperado el tono original. Debemos recordar, sin embargo, que esta intervención no debe ser utilizada como método para perder peso. De hecho, los pacientes obesos deben posponer la cirugía hasta estar cerca de su peso ideal.

Preoperatorio

En las consultas previas a la intervención el cirujano evaluará el estado de salud del paciente, así como la acumulación de grasa y el tono de piel de la zona abdominal. La exploración es particularmente importante para valorar el estado de la musculatura abdominal y descartar la presencia de hernias. En función de sus necesidades concretas el cirujano decidirá la técnica a emplear, y explicará al paciente sus riesgos y limitaciones. Por ejemplo, en el caso de los pacientes con exceso de piel y grasa localizadas sobre todo en la región por debajo del ombligo, puede ser suficiente con una mini-abdominoplastia. Generalmente se emplea anestesia general o epidural, aunque en la mini-abdominoplastia puede emplearse anestesia local más sedación.

Intervención

La duración de la abdominoplastia suele ser de entre 2 y 4 horas. La intervención se lleva a cabo a través de una incisión realizada por encima del pubis que se prolonga lateralmente. Su longitud dependerá de la técnica que se emplee. Puede ser necesario tensar y unir los músculos en la línea media, para conseguir una pared abdominal más firme y una cintura más estrecha. Posteriormente se desliza la piel en dirección al pubis, y se extirpa el tejido sobrante. El ombligo se deja unido a la pared abdominal en su posición original, por lo que se debe de reubicar posteriormente en la piel que se deslizó sobre el mismo. Ese paso no es necesario en el caso de la mini-abdominoplastia.

Finalmente se realizan las suturas, y se coloca un vendaje tipo faja y un drenaje para eliminar el exceso de fluidos que se pueda acumular en esta zona. El drenaje se retirará a las 24 a 36 horas después de la intervención.

Postoperatorio

La estancia del paciente en la clínica variará pero los ingresos suelen ser de 24 a 36 horas. Las molestias referidas suelen ser sensación de tirantez en la zona intervenida, aunque se controlan perfectamente con la medicación recetada por el cirujano. La faja que sujeta el abdomen tras la intervención se retirará al cabo de una semana, en la que se recomienda reposo relativo. Durante la segunda semana será posible retirar la faja para llevar a cabo el aseo personal.

Los puntos se retirarán a las dos semanas de la intervención. En circunstancias normales el paciente puede reincorporarse a su actividad habitual al cabo de dos semanas, y comenzar a realizar ejercicio físico, de manera gradual, un mes después de la operación. Es recomendable comenzar a caminar lo antes posible.

La presencia de complicaciones es infrecuente, sin embargo algunos de los posibles riesgos son la aparición de seromas (acúmulos de líquido entre la piel y la pared abdominal), las modificaciones temporales de la sensibilidad cutánea o la presencia de dolores o molestias durante un tiempo mayor del habitual. Debe tenerse en cuenta que los pacientes fumadores tienen más riesgos que los pacientes no fumadores, ya que el tabaco retrasa la cicatrización. Por este motivo se recomienda no fumar al menos durante los quince días anteriores y posteriores a la intervención.

Aunque la longitud de la cicatriz varía en función de la técnica empleada, la calidad de cicatrización de esta zona es buena por norma general. La localización de la incisión en la parte baja del abdomen hace que la cicatriz sea muy poco visible, pudiendo ocultarse fácilmente con un bikini.

Resultados

Esta intervención, ya sea una abdominoplastia completa o una mini-abdominoplastia, ofrece unos resultados altamente satisfactorios. Tanto desde el punto de vista estético, al conseguir una silueta rejuvenecida, como desde el punto de vista funcional, al recuperar la firmeza de la pared abdominal, los resultados obtenidos son excelentes. Además, pueden considerarse definitivos siempre y cuando se acompañe de una dieta equilibrada y la práctica regular de ejercicio. En la página web de Clínica Fernández puedes consultar nuestra galería de imágenes con el antes y después de varios de nuestros pacientes. Si necesitas más información, no dudes en ponerte en contacto con nuestro centro de clínica estética en Asturias.

Cómo cuidar cicatrices después de la cirugía

Cómo cuidar cicatrices después de la cirugía

Cómo cuidar cicatrices después de la cirugía 980 609 admin

El doctor Jaime Planas, pionero de la Cirugía Estética en España y maestro de muchos especialistas, decía que el peor enemigo de un cirujano son las cicatrices. Esto es especialmente cierto en nuestra especialidad, en la que un buen resultado puede ensombrecerse si las cicatrices no tienen el aspecto esperado. Muchos pacientes que se someten a intervenciones de cirugía estética, nos preguntan cómo cuidar cicatrices después de la cirugía. Esta es una gran pregunta que hoy queremos responderos.

Cuidado de las cicatrices después de una cirugía

La pregunta del millón: cómo cuidar cicatrices después de la cirugía estética, facial o corporal. Cualquier herida, independientemente de su origen, desencadena siempre una serie de procesos que tienen como objetivo la reparación de los tejidos; por lo tanto no hay herida sin cicatriz. La calidad de la misma depende del origen: por accidente, tras una cirugía… De la localización de la herida y de las características del paciente (tipo de piel, edad, estado nutricional…). Pero también de la técnica quirúrgica y cuidados que dispensa el cirujano tras la intervención.

En el caso de la cicatriz resultante de una intervención quirúrgica el proceso normal de curación de la herida se desarrolla en tres fases:

Fase de hemostasia e inflamación

En este momento se desencadenan procesos que tienen como finalidad evitar el sangrado y la infección de la herida.

Fase proliferativa

En la que se produce una acumulación de colágeno que permite el cierre definitivo de la lesión.

Fase de remodelación

Puede prolongarse más de un año; a lo largo de este tiempo parte del colágeno que se formó para el cierre de la herida se degrada.

Teniendo en cuenta que la evolución normal de una cicatriz se prolonga a lo largo de varios meses, no es aconsejable precipitar la utilización de determinados tratamientos dirigidos a su atenuación o eliminación. Por lo menos hasta que se haya completado la maduración de la cicatriz. Aunque pueda ser normal que un paciente muestre preocupación por la apariencia de la cicatriz, es el cirujano quién debe de elegir el tratamiento y los cuidados oportunos de la herida en función del momento de su evolución y las características de la misma.

¿Cómo saber si mi cicatriz evoluciona correctamente?

Una cicatriz con una evolución dentro de lo deseable tiene un aspecto aplanado, fino y con una tonalidad muy similar al resto de la piel adyacente. Las cicatrices pueden ser consideradas normales, o no patológicas, aunque presenten alguna anomalía en su aspecto como irregularidades, que estén pegadas a tejidos profundos o que sean más anchas de lo deseado. Serían cicatrices defectuosas que puede requerir algún tratamiento posterior pero en las que no existe una evolución considerada anormal o impredecible. También hay cicatrices que dejan de manera natural depresiones en la piel, como las que se ven tras el acné o la varicela.

Las cicatrices patológicas se producen porque el proceso de curación de la herida no es el predecible en condiciones normales. En ellas influye más la predisposición de la piel del paciente que el tipo de herida o el cuidado de la misma. Las cicatrices patológicas más frecuentes son las queloideas y las denominadas hipertróficas. Son cicatrices especialmente enrojecidas, induradas y sobreelevadas; pueden además producir síntomas como picor o incluso dolor.

Las cicatrices hipertróficas se limitan a los bordes de la herida; su aspecto suele mejorar de forma natural aunque el proceso de cicatrización completo puede ser muy prolongado. La cicatriz queloidea está formada por tejido fibroso que se extiende más allá de los bordes de la herida que la originó. Hay un tipo de cicatriz denominada retráctil que habitualmente aparece cuando se ha dañado o perdido una superficie amplia de piel. Si estas heridas se localizan además en una zona próxima a una o varias articulaciones pueden originar un problema funcional con limitación de la movilidad a dicho nivel. Estas cicatrices pueden precisar para su tratamiento injertos de piel o expansores de tejido.

Consejos y recomendaciones

Como señalamos previamente, la valoración del cirujano será fundamental a la hora de optar por cualquiera de los procedimientos que permiten mejorar las cicatrices tras una cirugía. Para saber cómo cuidar cicatrices después de la cirugía lo primero que debemos hacer es evitar la exposición solar durante el período de maduración, especialmente durante los primeros 6 a 8 meses para que no se produzca la pigmentación de la misma. La mayor parte de las cirugías estéticas corporales se planifican de manera que las cicatrices sean fácilmente tapadas con la ropa interior y por lo tanto con un bañador o bikini. Esto permite a los pacientes realizar actividades al aire libre durante el verano pocos días después de una cirugía.

Al cabo de 6 meses aproximadamente el comportamiento de la cicatriz es el mismo que el del resto de la piel. No son necesarios cuidados especiales. Los apósitos de silicona pueden emplearse durante estos primeros meses si el cirujano considera que la evolución de la cicatriz no es la deseable; su aplicación se debe continuar durante varias semanas para apreciar los resultados de su uso. En las zonas visibles se pueden utilizar geles de silicona transparentes. Cuando se considera que la cicatriz no va a mejorar más porque ha finalizado su período de maduración, pueden tomarse en consideración otros procedimientos como la dermoabrasión o los tratamientos mediante láser. En algunos casos puede requerirse la revisión quirúrgica las cicatrices.

¿Por qué no es posible una herida sin cicatriz?

Algunas de las líneas de investigación en el campo de la Cirugía Plástica, Reparadora y Estética van dirigidas a lograr la reparación de la piel tras una herida sin ningún tipo de secuela. En este sentido, si bien se ha indicado que todas las heridas producen una cicatriz existe una excepción: las heridas fetales. Bien sea por un traumatismo o por una cirugía intrauterina son las únicas heridas que curan sin dejar ningún tipo de cicatriz. El estudio de los factores que intervienen en dicha circunstancia es el objetivo de diferentes estudios.

Por lo tanto, y de manera especial en el ámbito de la Cirugía Estética, la planificación del lugar en el que se realizará la herida quirúrgica, la técnica de sutura y los cuidados postoperatorios deben ir dirigidos a conseguir que la cicatrices sean poco aparentes. Si bien nunca llegan a desaparecer por completo, en la mayor parte de las intervenciones éstas son prácticamente imperceptibles y bien toleradas por los pacientes. Para conseguir el mejor resultado posible en este aspecto determinante en el resultado de una cirugía estética, la atención debe de ser proporcionada por profesionales cualificados y con experiencia en el tratamiento de las heridas quirúrgicas.

Si todavía tienes dudas sobre cómo cuidar cicatrices después de la cirugía, no esperes más y ponte en contacto con nuestro centro de medicina estética en Asturias. Estamos aquí para ayudarte.

Cómo elegir la talla del sujetador

Cómo elegir la talla del sujetador

Cómo elegir la talla del sujetador 1000 668 admin

La mama tiene escasos mecanismos de sujeción (carece de músculo u otro tejidos firmes). La forma y posición de la misma se mantiene en gran medida por el efecto envolvente de la piel, así como de unos ligamentos, denominados ligamentos de Cooper, que unen la glándula mamaria a la pared torácica. La finalidad del sujetador es sostener y proteger la mama. Cómo elegir la talla del sujetador, es una tarea que muchas mujeres realizan sin tener en cuenta que optar por un tamaño inadecuado puede no sólo afectar al aspecto estético de la mama, sino que puede acarrear diferentes problemas de salud.

Hace algunos años se llegó a especular con una posible relación entre el uso del sujetador y el cáncer de mama al considerarse que la presión de esta prenda sobre los senos podía dificultar el drenaje linfático. Sin embargo, ha quedado demostrado que esta afirmación no tenía ninguna justificación fisiopatológica. Un estudio publicado en Cancer Epidemiology, Biomarkets y Prevention realizado sobre más de 1500 mujeres descartó cualquier relación entre este tipo de cáncer y el uso del sostén.

La importancia de elegir bien el sujetador

Una investigación realizada por la empresa fabricante de sujetadores Triumph, concluyó que un 76% de las mujeres lleva una talla de sostén equivocada. La mayoría de las encuestadas nunca se había medido para conocer su talla. Un porcentaje minoritario incluso reconoció comprar una talla errónea de manera consciente para aumentar o reducir el tamaño de su busto.
En otro trabajo de la Universidad de Portsmouth se afirma que la mala elección de un sujetador puede afectar de diversas maneras a las mamas. Su investigación, que incluía a 100 mujeres, concluyó que el 95% de las participantes podrían tener problemas de salud derivados del uso de un sujetador de una talla que no era la suya.

El periódico británico Daily Mail consultó con varios expertos las consecuencias de elegir mal la talla de sostén. Según éstos, el uso habitual de un sujetador menor o mayor de lo debido puede producir dolor de cabeza, espalda, cuello e incluso pinchazos en los brazos debido a la opresión de nervios y músculos. También puede provocar irritaciones en la piel o problemas circulatorios, además de acelerar la flacidez de los tejidos. En el caso de mujeres con un busto más desarrollado, con copa de tamaño C o superior, las consecuencias de llevar un sujetador pequeño pueden traducirse incluso en problemas respiratorios. Si por el contrario se tratase de un sostén demasiado grande pueden existir alteraciones posturales, ya que la mujer tenderá a sentarse de manera incorrecta para aliviar la falta de sujeción de la prenda.

Claves para elegir un buen sujetador

Según diferentes empresas especializadas en la fabricación de sostenes hay varias claves para elegir un sujetador aparte de las medidas de contorno y copa. El ancho del tirante debe ser el adecuado para evitar que dañe la piel, por lo que se desaconseja el uso de tirantes finos en mujeres con mucho pecho. Además, éstos deben ser ajustables para adaptarse a la anatomía. Si aprietan demasiado pueden empujar hacia adelante los hombros y la columna.

Los aros son otro objeto a señalar, ya que puede producir daños en la piel; el aro debe de mantenerse pegado a la piel pero sin apretar, producir marcas ni pliegues. Estos problemas son especialmente habituales en mujeres de cierta edad con un busto abundante. Los ligamentos de Cooper pierden su capacidad de sujeción con el paso de los años, lo que se asocia al descolgamiento de las mamas. Para evitarlo es habitual que la mujer se apriete el sostén más de lo debido, provocando a la larga problemas en el hombro debido a la presión del tirante. Por lo tanto, el sostén debe ser cómodo y respetar la forma del pecho y la espalda, sin oprimir la circulación. Se aconseja que esté fabricado con fibras naturales (como el algodón).

Pero, ¿Cómo elegir la talla adecuada?

Existen variaciones según la marca comercial o el modelo pero hay varios puntos en los que debemos fijarnos para elegir la talla correcta de sujetador. El número (85, 90, 100…) hace referencia al contorno del tórax de la mujer. La copa (A, B, C…) indica el volumen de las mamas.
El contorno del torso se mide por debajo del pecho con una cinta métrica. A la cifra resultante en centímetros hay que sumarle 15: la cifra obtenida es la talla de sujetador (85, 90, 100…).
Para conocer la talla de la copa debe medirse el contorno torácico a la altura del pecho y por encima del pezón. A esta cifra le restaremos la del contorno y seguiremos esta regla:

Busto pequeño

Copa A (de 12 a 14 cm)

Busto medio

Copa B (de 14 a 16 cm)

Busto lleno

Copa C (de 16 a 18 cm)

Busto voluminoso

Copa D (de 18 a 20 cm)

Esta secuencia puede continuarse para determinar copas superiores hasta la G.

tabla tallas de sujetador

La zona de los senos puede sufrir variaciones debido al paso del tiempo, los embarazos o los cambios bruscos de peso. Resulta aconsejable revisar las medidas propias cada cierto tiempo para elegir el sujetador que mejor se adapte a la talla actual. Finalmente, deben tenerse en cuenta las circunstancias de la mujer. Situaciones como la lactancia, el proceso de postoperatorio de alguna intervención de pecho, la recuperación de una cirugía de mastectomía o la práctica de ejercicio físico requieren un sujetador específico. En estos casos resulta conveniente acudir a un especialista para que nos oriente lo mejor posible sobre el sujetador adecuado. Si después de una intervención de cirugía estética en Asturias tienes dudas sobre qué talla de sujetador necesitas, llámanos. Estaremos encantados de poder ayudarte.

Qué es la mastopexia

¿Qué es la mastopexia?

¿Qué es la mastopexia? 870 420 admin

La mastopexia, o cirugía de elevación mamaria, está especialmente indicada para aquellas pacientes que presentan unos senos de apariencia caída y en ocasiones desproporcionadamente envejecida respecto al resto del cuerpo.  En el artículo de hoy os contamos qué es la mastopexia, cómo se produce y cuáles son sus resultados.

Mastopexia ¿Qué es?

La intervención de la mastopexia se realiza para armonizar tanto el tamaño como la forma del pecho, devolviéndole un aspecto estéticamente bonito y adecuado para cada paciente. El descenso de la posición de las mamas, o ptosis mamaria, puede producirse por diferentes factores: embarazos, cambios bruscos de peso o de forma natural en pacientes que tienen una piel especialmente elástica. Las pacientes suelen referir un descenso claro en la posición del pezón y la areola, generalmente asociado a un volumen de tejido mamario reducido.

El examen del caso por el cirujano es importante ya que el tipo de procedimiento a seguir varía significativamente según diferentes factores como el tipo de piel, el volumen y la forma del seno, o el tipo de tejido mamario que presente.

¿Cuál es su objetivo?

La mastopexia busca no sólo elevar la areola, sino reposicionar a su vez el tejido mamario y eliminar el exceso de piel. De esta manera, mejora la forma y proyección de las mamas. En los casos en los que el tamaño de la areola es mayor que el deseado también se puede reducir su tamaño. Con frecuencia el tratamiento indicado consiste únicamente en reposicionar los tejidos mamarios de la paciente. En otras ocasiones, para recuperar el volumen, puede estar indicado la utilización de implantes mamarios. La opinión del cirujano es fundamental para conseguir un resultado proporcionado y armónico con el resto del cuerpo. Esta cirugía se realiza utilizando anestesia general. La intervención tiene una duración de dos a tres horas, y la paciente puede ser dada de alta a las pocas horas tras la misma.mastopexia

Durante el postoperatorio no es necesario el uso de vendaje, aunque sí de un sujetador específico para esta cirugía. Esta prenda debe llevarse de manera continua durante las primeras semanas tras la intervención. La paciente podrá cambiarlo progresivamente por otro tipo de sostén en función de la técnica utilizada y de la evolución que presente la mama durante el postoperatorio. La reincorporación al trabajo suele realizarse en un máximo de siete días si éste no requiere un esfuerzo físico. En caso contrario puede ser necesario un reposo relativo de 10 a 12 días.

¿La mastopexia deja cicatriz?

No puede hablarse de una longitud estándar de las cicatrices, sino que éstas varían en cada caso. La intervención deja dos tipos de cicatriz: una alrededor de la areola, y otra entre la areola y el surco mamario. En ocasiones, para conseguir un mejor resultado estético, se añade una pequeña incisión a nivel del surco submamario. El periodo de tiempo comprendido entre la semana 8 y la 12 es el momento en el que las cicatrices son más visibles. Sin embargo, a partir de ese momento van atenuándose hasta llegar a resultar prácticamente imperceptibles. Durante el seguimiento postoperatorio que realiza el cirujano, si se observa que la paciente presenta dificultades en el proceso de cicatrización, pueden plantearse diversos métodos para mejorarlo y acelerarlo.

¿Los resultados son satisfactorios?

El resultado de la mastopexia es altamente satisfactorio para las pacientes, al recuperar uno de los elementos más importantes de la feminidad. Además, obtiene un efecto muy positivo sobre su autoestima. Si quieres solicitar más información sobre esta intervención o consultar tu caso recuerda que puedes contactar con nuestro equipo médico a través del teléfono 985 220 244, de nuestras redes sociales o del formulario de contacto de nuestra página web.  En Clínica Fernández contamos con un amplio equipo de profesionales en el campo de la cirugía estética en Asturias que resolverá todas tus dudas.

Retoques estéticos según la edad. Clínica Fernández. Cirugía Estética en Asturias.

Retoques estéticos según la edad

Retoques estéticos según la edad 768 512 admin

Retoques estéticos según la edad. Clínica Fernández. Cirugía Estética en Asturias.

Con carácter general una intervención de Cirugía Estética en Asturias no se establece en base a la edad sino a la indicación quirúrgica que establece un profesional de la especialidad de acuerdo a las necesidades y circunstancias de cada paciente concreto. Sin embargo existen patrones comunes en cada grupo de edad en cuanto al tipo de cirugía o tratamientos que suelen realizarse.

Retoques estéticos según la edad ¿Cuáles son los más comúnes?

Habitualmente la Cirugía Estética no está recomendada para pacientes menores de edad. Sí pueden realizarse intervenciones en niños o adolescentes cuando se considera que el órgano sobre el que se va a intervenir no va a sufrir modificaciones con el paso del tiempo y, además, la anomalía supone una fuente de malestar psicológico importante para el paciente. Entre estos procedimientos están la corrección de las orejas de soplillo en niños, la rinoplastia en adolescentes y en algunos casos la reducción mamaria. Para determinar si la intervención es viable o no, es fundamental la valoración del grado de madurez psicológico por parte de un cirujano experimentado. Sin emabargo, te contamos los retoques estéticos según la edad que más realizamos.

Entre los 20 y los 30 años

Entre los 20 y los 30 años las intervenciones que habitualmente se realizan buscan corregir determinados defectos que se hacen evidentes y que no se espera que cambien toda vez que ha finalizado el desarrollo corporal. Con frecuencia estas anomalías se han convertido en fuente de complejos e inseguridades para los pacientes. Entre estas cirugías se encuentran el aumento o la reducción de pecho y la liposucción en las mujeres o la cirugía de la ginecomastia en los hombres. A nivel facial la rinoplastia o la mentoplastia también son muy frecuentes en este grupo de edad.

De los 30 a los 40 años

Entre los 30 y los 40 años comienzan a aparecer los primeros signos del envejecimiento facial. Con frecuencia es esta franja de edad cuando se realizan los primeros tratamientos no quirúrgicos destinados a mejorar la apariencia de la piel o a suavizar determinados pliegues y arrugas cutáneas. Es este sentido se emplean tratamientos de hidratación cutánea basados en ácido hialurónico, las infiltraciones de plasma rico en factores de crecimiento o los peelings químicos superficiales. La aparición de las primeras arrugas de expresión puede aconsejar los tratamientos de bótox que tiene una finalidad preventiva al evitar que las arrugas se hagan más profundas.

Además de las intervenciones mencionadas en los grupos de edad previos, pueden plantearse otros procedimientos como los destinados a corregir el exceso de piel en el párpado superior o la presencia de bolsas en los párpados. Comienzan a estar indicadas en determinados casos (con frecuencia asociados a pérdidas de peso importantes en ambos sexos o tras los embarazos) las intervenciones de lifting facial y la abdominoplastia.

Retoques estéticos según la edad. Clínica Fernández. Cirugía Estética en Asturias.

De los 40 a los 50 años

Al grupo de pacientes entre 40 a 50 años se incorporan de forma especial mujeres que han tenido uno o varios embarazos y que han apreciado cambios significativos tras los mismos. Esto incluye cirugías mamarias y de abdomen, así como liposucciones. En varones y mujeres de este grupo es frecuente la realización de cirugía de los párpados o blefaroplastia. La aparición de bolsas bajo los ojos o el exceso de piel en el párpado superior pueden tener una base genética.

No es infrecuente que aparezca en pacientes de esta edad o incluso más jóvenes. Son cada vez más habituales las intervenciones de lifting facial. Este procedimiento permite rejuvenecer el aspecto de forma natural mediante cirugías menos laboriosas que en edades posteriores. Alrededor de los 40 años comienzan a aparecer las primeras manchas en la piel que son eliminadas mediante diversos procedimientos, entre ellos el láser. Combinado o no con los procedimientos quirúrgicos, pueden estar indicadas las infiltraciones de bótox o la de productos de relleno como el ácido hialurónico.

A partir de los 50 años

A partir de los 50 años se hacen evidentes los cambios debidos a la pérdida de elasticidad de la piel. Las intervenciones en varones son más habituales que en los grupo previos. En la cara aparecen nuevas arrugas y pliegues que pueden precisar tratamientos quirúrgicos como el lifting o no quirúrgicos como la dermabrasión, el resurfacing con láser o los peeling químicos medios o profundos. Estos últimos procedimientos están especialmente indicados para las arrugas de la región perioral (el denominado código de barras). A nivel corporal las intervenciones más frecuentes son las liposucciones, abdominoplastias y el lifting de muslos.

Consideraciones a tener en cuenta

Independientemente de la edad en que se indique la cirugía se pueden realizar algunas consideraciones específicas según el tipo de intervención:

  • La abdominoplastia, al igual que la liposucción, está con frecuencia indicada en mujeres que han sido madres. Puede precisarse tras pérdidas importantes de peso en pacientes de ambos sexos generalmente mayores de 25 a 30 años.
  • En la cirugía de aumento de mamas existen dos grupos diferenciados: las mujeres jóvenes de entre 20 y 30 años con un desarrollo de sus mamas inferior al considerado normal, y las que han sido madres y quieren recuperar el volumen de los senos anterior a los embarazos.
  • La reducción mamaria se puede realizar en base a criterios exclusivamente estéticos pero con frecuencia la hipertrofia mamaria se asocia a problemas de espalda. Puede estar indicada para pacientes menores de edad en caso de existir una hipertrofia mamaria severa.

Ponte en contacto con Clínica Fernández

Desde Clínica Fernández te invitamos a que consultes tu caso para valorarlo personalmente. Estamos a tu disposición en nuestro teléfono de contacto (985 220 244), página web, redes sociales y correo electrónico. Si lo deseas también puedes comentar en este blog y te responderemos lo antes posible.

Cirugía estética y autoestima

Cirugía estética y autoestima

Cirugía estética y autoestima 1000 668 admin

La cirugía estética no tiene como objetivo corregir únicamente la apariencia física del paciente sino mejorar también su calidad de vida. Los resultados de las intervenciones de carácter estético tienen gran relevancia en la autoestima del paciente, al mejorar la percepción que tiene de sí mismo. Existen numerosos estudios científicos que evidencian la vinculación de la cirugía estética y la autoestima. Queremos compartir con vosotros el estudio del doctor Margraf, psicólogo y profesor en la universidad de Bochum en Alemania. Este trabajo supone una de las investigaciones más relevantes dentro de este ámbito por su actualidad y amplio número de participantes.

¿La cirugía plástica puede aumentar la autoestima?

El doctor Jürgen Margraf, en colaboración con la Universidad de Basilea, realizó un estudio sobre cirugía estética y autoestima en una muestra de 550 pacientes. El amplio número de participantes ofrece una visión global de la satisfacción que éstos alcanzan tras haberse sometido a alguna intervención de cirugía estética.

La investigación tenía como objetivos comprobar si los pacientes que se sometían a una cirugía estética presentaban características psicológicas diferentes respecto al resto de la población. Qué objetivos se marcaban estos paciente antes de la cirugía y si llegaban a alcanzarlos finalmente. Se eligió una muestra de 554 pacientes con edades entre los 18 y los 65 años y se comparó con dos grupos más: uno de 264 personas que habían expresado previamente su deseo de someterse a una intervención estética pero que finalmente habían decidido no hacerlo, y otro grupo de aproximadamente 1000 personas que nunca había sentido interés por este tipo de intervenciones.

En primer lugar cabe destacar que el equipo de investigadores no observó diferencias significativas entre los tres grupos en cuestión de variables psicológicas como la salud mental, la satisfacción general o la depresión.

Los sujetos debían expresar cinco deseos o expectativas antes de la operación. En su mayoría se correspondían con deseos como “sentirse mejor” o “mejorar la confianza en uno mismo”. A continuación debían determinar en una escala de 0 a 100 el grado en que la cirugía cumplió sus expectativas; y también hubo preguntas sobre su bienestar, actitud y calidad de vida. Todos los participantes fueron entrevistados antes de la operación y 3, 6 y 12 meses después de la misma.

¿Ayuda la cirugía estética a sentirse mejor?

Una de las preguntas que se pidió a todos los grupos fue una valoración de su nivel de atractivo respecto al resto de la población. La mayoría de los participantes se consideraban más atractivos que la media. Sin embargo, entre el grupo de sujetos que deseaban someterse a cirugía plástica se observó que la percepción de la parte del cuerpo que deseaban operar era menos atractiva que la del resto de su cuerpo. También se observó que, tras la operación, esta percepción mejoraba hasta encontrarse a la misma altura que la valoración general. Margraf concluía que los pacientes operados se sentían tan atractivos como el resto de la población. Esto se debe a que una vez se eliminado el problema en la zona afectada, sus niveles de autoestima y satisfacción aumentaban.

Como mencionábamos, no sólo se evaluó a los pacientes antes de ser operados, sino también a los tres, seis y doce meses después de la operación. Los resultados muestran que el incremento de la satisfacción de los pacientes se mantuvo estable durante el período de seguimiento de 12 meses. Margraf considera relevante este resultado ya que es inusual que la satisfacción se incremente durante tanto tiempo seguido.

Teoría sobre la satisfacción duradera

Para comprender el motivo por el que los pacientes continuaban sintiendo la misma satisfacción tras un año el equipo de investigadores realizó entrevistas individuales. Con los datos obtenidos de estas entrevistas Margraf y su equipo elaboraron una teoría sobre la satisfacción duradera. Las personas que se someten a cirugía estética tienen la percepción subjetiva de una carencia claramente limitada, sintiéndose mucho mejor cuando ésta es subsanada. Además, debe tenerse en cuenta que las expectativas poco realistas de los resultados de la intervención son muy poco frecuentes. En dicho estudio sólo un 12% de los sujetos expresó metas poco realistas como “Todos mis problemas se solucionarán con la cirugía”.

Precisamente en el planteamiento de unas metas realistas podría estar una de las razones para la satisfacción a largo plazo: los pacientes obtienen lo que esperan de estas intervenciones. También debemos recordar que antes de tomar la decisión de someterse a una intervención estética generalmente el paciente ha sufrido durante un largo periodo de tiempo la percepción subjetiva de su “defecto”, lo que incrementaría enormemente el alivio tras la operación.

Detrás de cada intervención estética existe una búsqueda de aceptación por parte del paciente, tanto de sí mismo como por parte del grupo al que pertenece. Debemos recordar, eso sí, que para que la cirugía tenga el efecto deseado sobre la autoestima del paciente las expectativas deben ser realistas.

Si quieres pedir cita con nuestro equipo de cirugía estética en Asturias o tienes alguna duda sobre algún tratamiento, puedes consultar con nuestros expertos a través del formulario de contacto de nuestra página web. O en el teléfono 985 220 244, o a través de nuestras redes sociales.

Preferencias de Privacidad

Al visitar nuestro sitio web, este recoge información, a través de cookies, para mejorar y analizar la experiencia del usuario. Aquí puedes desactivarlas si así lo prefieres.

Desactivar Google Analytics
Desactivar Google Fonts
Desactivar Google Maps
Desactivar vídeos incrustados
Política de privacidad
Nuestra web utiliza cookies de terceros para mejorar su experiencia. Puede definir sus preferencias o aceptar su uso.